PITY ÁLVAREZ: EL RETORNO DE UNAS VACACIONES

El mítico artista dio un recital que entrará en el archivo grande del rock

Cristian Gabriel Álvarez Congiú, mejor conocido como Pity -apodo que le pusieron sus compañeros de la escuela-, marcó un día histórico en el calendario argentino cuando pisó el escenario del Estadio Mario Alberto Kempes de la ciudad de Córdoba. 33 canciones, muchísima emoción y recuerdos acompañaron el evento.

A quien haya apostado a que el recital saldría mal, desordenado o con alguna imperfección, guiándose en el complicado historial del exlíder de Viejas Locas e Intoxicados, sin dudas hubiese perdido: al Pity se lo notó lúcido, vigente y con los pies en la tierra.

Como en cualquier recital de este estilo, las previas al encuentro suelen darse entre música, choripanes y alcohol. Los 32 grados acechando a las hormigas -nombre que se le da a los seguidores del Pity-, más la geografía cordobesa, permitió que los asistentes se refrescaran en el río al compás de los mejores hits del rock argentino noventoso. “Ojalá este día dure una semana”, rezaba un fanático. No había que estar muy atento para notar la felicidad de quienes se encontraban en las inmediaciones del estadio, sensación que se mezclaba con ansiedad y emoción..

Algunas horas antes del encuentro, la producción había difundido vía redes sociales que el cantante había pedido puntualidad a los asistentes. Finalmente y por razones ajenas al músico, el evento debió retrasarse 20 minutos. Unos días más tarde, José Palazzo, productor del evento, le comentó a Cadena 3 que, cuando le comunicaron al Pity que debían salir a escena más tarde, este se enojó, ya que quería cumplir con sus fans y dejar atrás las anécdotas bochornosas de encuentros anteriores.

Ni bien se proyectó en el cartel el mensaje “21:20 arranca puntual” sumado a un contador, el público que ya estaba ansioso, se puso a corear canciones y arengar con los típicos “ooooooh vamo’ Viejas Looooo”. La gente hizo una cuenta regresiva cuando faltaban 10 segundos para el horario acordado. Ocho minutos después arrancaría el show: El Pity fue recibido con gritos por parte de las 39 mil personas que fueron a verlo.

Cuando el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados tocó el primer Do de 'El Rey' en su guitarra acústica, la gente se emocionó. No solo por el peso de la canción, sino por presenciar la vuelta de aquel hombre de Lugano que, con sus letras, llegó a los corazones de miles. Pero, por más que se hablaba de “la vuelta del Pity”, él mismo aclaró que “no es la vuelta de nadie”, sino “el retorno de unas vacaciones”.

El recital transcurrió con una normalidad a la que el público no estaba acostumbrado por parte del cantante. El último show que Álvarez quiso dar, terminó desatando la furia de los asistentes que lo fueron a ver a Tucumán ya que el protagonista llegó siete horas más tarde de lo pactado. En este caso sucedió todo lo contrario.

El Pity Álvarez cargaba consigo una emoción evidente e interpretó cada una de las canciones con un respeto y amor gigantes. A esta demostración, los fanáticos respondieron con lo que mejor saben hacer: cantar el setlist a puro grito y lágrimas. “Gracias por bancar este bastardeo que me hizo la justicia”, agradeció al micrófono.

Durante el show dejó varias frases memorables. Sobre la causa judicial que tiene en su contra producto de un homicidio, señaló: “¿Qué me va a venir a juzgar un dios? ¿A mí? ¿Que soy otro Dios? Solo el universo me puede juzgar”. Casualmente, Claudia Díaz, hermana del hombre que el Pity asesino, le había dicho a los medios en su momento que “de la justicia de dios no se escapa nadie”. 

Finalmente, una vez que el show terminó y todos emprendimos la retirada, las nubes negras que tanto anticipaban un diluvio liberaron su carga, casi como si estuviera programado que el retorno del Pity sucediera sin problemas. Y así terminó uno de los recitales argentinos más importantes de la última década.

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