Pato Lange es un músico y productor nacido en Buenos Aires. En 2016 fundó y desde entonces dirige La Confitería, un club nocturno y centro cultural en el barrio de Colegiales que se convirtió en epicentro del arte emergente de la ciudad.
Tango en NYC (2021) es su reciente segundo disco solista, un set de melodías que transitan la new wave, el pop y el rock de guitarras en canciones emocionantes con pasta de hit e impronta de rock nacional. Estos nueve tracks compuestos por él mismo, fueron producidos junto a Fernando Caloia & Nicolás Ottavianelli (miembros de Turf), y grabados junto a músicos destacados de la escena actual del rock argentino.
Dentro del contexto en que fuiste creando el disco, ¿Cómo fue ese proceso teniendo en cuenta la situación de pandemia?
Pato Lange: Algunas canciones ya estaban grabadas antes de la pandemia y prácticamente terminadas, pero durante el año pasado me puse a trabajar un poco más obsesivamente con el álbum y rehice letras y melodías. También necesité regrabar algunas cosas y otras se hicieron a distancia, por ejemplo, los teclados se los mandaba a Fran Azorai (Conociendo Rusia, Emma Horvilleur, Wos) por whatsapp y él los graba de su casa. Durante este proceso obviamente que el tema del aislamiento se filtró, pero no de manera declarada, el disco en cierta forma ya habla de cómo decirles a los seres queridos las cosas que uno quiere decir. También, en este contexto me pasó que tuve mucho más tiempo para la música, al estar aislado, al no salir y al no hacer un montón de cosas que antes hacía me concentré en lo puramente musical.
“El disco en cierta forma ya habla de cómo decirles a los seres queridos las cosas que uno quiere decir”
Hay una historia muy particular detrás de tu videoclip ‘Todos Tenemos’.
PL: Justo antes de la pandemia, hice un viaje a Nueva York en el cual coincidí con mi viejo y además era su cumpleaños número 70. La letra de la canción ya estaba escrita y me había inspirado en la relación con él, entonces mientras estábamos allá yo iba con el teléfono filmando todo el día en la calle, cantando, haciendo playback y mi viejo no entendía nada, hasta se enojaba. Yo no le dije nada hasta que el video estuvo terminado, ni conocía la canción. Le mandé el video, que es como un Diario de viajes junto a mi padre y él me mandó un audio por whatsapp hablando del tema, lo recuperé y lo metí en el track. Fue como una vuelta amorosa, está bueno.
¿Cómo surgió la idea de incorporar a Rita Perren en el vídeo ‘En Cualquier Momento’?
PL: Yo quería hacer un video sencillo, solamente un croma con imágenes incrustadas detrás. Una forma clásica de hacer vídeos, simplemente vestirme, bailar y cantar. Quise incorporar a Rita, una niña artista de siete años, que está todo el tiempo en contacto con el arte. Lo hicimos en el centro cultural Casa Walsh y fue básicamente jugar e improvisar un poco.
Esta canción si la terminé en pandemia, la recompuse por completo. La letra está impregnada por la situación, por ejemplo, en la parte que dice “tengo que empezar a vivir como si fuera a morir en cualquier momento” es como una sensación de amenaza permanente que nos provocó todo esto.
¿A qué se debe el nombre del disco y cuál fue tu inspiración?
PL: El estribillo dice: “suena un tango en Nueva York, giros en Carneggie Hall” y me gustaba la frase. También me daba esa sensación cosmopolita que tiene esa frase, un tango que es algo muy argentino en Nueva York. Y además ese viaje a mí me marcó porque las letras no estaban terminadas y las hice en ese viaje, entonces de algún modo me sonaba… elegante, clásico y moderno.
En el vídeo de ‘La Siguen Rompiendo’ aparece La Confitería cómo locación, ¿me contarías cómo elegiste el lugar y cómo surgió como centro cultural?
PL: Lo hice con Fer Suniga amigo y director de videoclips, una parte en el salón y otra en lo que era mi oficina desde donde yo trabajaba. Me gusta porque tiene un modo noventoso que no se pensó, sino que se dió. Lo que se hizo fue un contraste con las imágenes en este lugar con buena iluminación, controladas y con buen tratamiento, mezclarlas con las imágenes de Nueva York caóticas y que fueron filmadas con el teléfono sin ninguna técnica especial. Y la confitería empezó como una aventura entre un par de socios que lo fuimos llevando adelante, con un foco claro que era el de ser centro cultural. Cuando uno abre las puertas de algo así, el lugar solo se transforma, los artistas lo van transformando. Fue un espacio para que aporte a la escena de la música y el arte en general, una plataforma de salto para muchos artistas jóvenes que hoy son referentes del indie.
“Cuándo uno abre las puertas de algo así, el lugar solo se transforma, los artistas lo van transformando”
Acerca del tema que abre el disco, ¿cómo fue la colaboración con Fransia?
PL: La cantamos a dúo con Francisca Quintana (cantante y compositora de Fransia). Esto se hizo en pandemia, fue el último tema que terminé grabando, fue en el verano de 2021. Todavía no nos vimos personalmente, sólo hablamos por teléfono, yo le acerqué una versión muy avanzada de la canción ya con mi voz grabada con un espacio para ella. El tema ya estaba armado y yo tenía muchas ganas de que cante ella porque me gusta el grupo, lo conocía de oírlo y me gusta su voz.
Justamente tengo que hacer el vídeo del tema pronto y me encantaría que podamos hacerlo juntos, podría ser un momento para encontrarse.
Además del lanzamiento del próximo video, ¿tenés otro proyecto?
PL: Sí, me tiene contento que ya tengo otro álbum. Lo compuse el mes pasado, me fui a Chapadmalal un mes y estuve ahí sólo para eso, para ir al mar, visitar a un amigo que vive allá y hacer música. Elegí un proceso diferente a la producción del disco Tango en NYC, dónde voy a priorizar un enfoque diferente.