PALTA AND THE MOOD: “NO NOS GUSTA DEFINIRNOS DENTRO DE UN GÉNERO”

Sin encasillarse, tienen todo lo necesario para explotar la escena.

El cierre del año viene fuerte para Palta and the mood: tendrán su primera fecha propia en Ciudad Cultural Konex el 29 de noviembre y ya terminaron de grabar su segundo álbum —sucesor de Guacamole (2016), que los instaló en las grillas de la escena local—. En conversación con SPE, nos comentaron acerca de sus influencias, la realidad de la autogestión en los proyectos musicales y qué podemos esperar de su próximo show.

SPE: En cada nota que dan, los definen de un modo distinto. ¿Ustedes cómo describirían a la banda desde adentro?

Tomás Seigelshifer: Un grupo argentino que tiene influencias de muchas partes del mundo, arrancando desde los miembros: Axel Mark (voz) es australiano, Pablo Ramos (batería) es de Ushuaia, Baltazar Clusellas (saxo) nació en La Rioja. Somos una banda que está en la constante búsqueda de priorizar la música para mejorar, crecer y darle algo a la gente que nos escucha. Más que tocar en un súper festival, nuestro objetivo apunta a sacarle una sonrisa a alguien que nos escucha yendo al laburo, por ejemplo.

Baltazar Clusellas: Lo que siempre nos identificó es que la música está en primer lugar. De alguna manera, nos encontramos haciendo música y profundizando el estudio por estar en la banda, ya sea del rock, el jazz o el tango.

SPE: Con tantas influencias en la mesa, ¿en algún momento se sentaron a determinar qué género iba a predominar o es algo que simplemente les salió así?

TS: Lo hablamos para el segundo disco. El primero fue lo que teníamos, de todo un poco, con el común denominador de que quien escuche las canciones, pueda moverse un poco. En cambio, para el segundo buscamos un concepto y referencias para decidir por qué camino ir. Profundizamos en algo más funky o jazzero, pero tampoco nos gusta definirnos como una banda que hace un género en particular.

 

“Grabamos el mejor disco que pudimos haber hecho”

 

SPE: ¿Ya tiene nombre el disco?

Axel Mark: Aún no está el nombre, pero hay un concepto que resuena muy fuerte: resistencia. Surgió de un tema del mismo nombre.

Bocha Cadorín: Estaba yendo a Resistencia (Chaco), porque mi novia vive ahí, y la gente tiene un concepto de la palabra, por la historia de la ciudad. En principio, los colonizadores españoles resistían el ataque indígena y, con el correr de los años, se resignificó que en realidad eran los indígenas quienes resistían la invasión de sus tierras. Por otro lado, la definición desde la física: todo lo que genera resistencia va en contra de la corriente y cambia la energía.

BC: Si bien este es el núcleo del álbum, quizás mute a otra palabra. Por ahora, este es nuestro punto de partida en lo discursivo. Creo que es difícil reducir tanta  complejidad en algo que la gente va a ver como etiqueta final de la banda.

SPE: Si tuvieran que nombrar tres elementos que caractericen al álbum, ¿cuáles elegirían?

BCa: Creo que los instrumentos analógicos, con los que buscamos distintos tintes para el disco. Grabamos con instrumentos reales, no usamos la compu. Bien orgánico.

BC: La canción. Nuestros temas solían ser más amorfos y ahora nos propusimos encarar una estructura más simple con la complejidad puesta en capas. Desde la producción de los grooves con Matías Méndez y los arreglos de los vientos, hasta grabar con micrófono de cinta en un estudio medio boutique. Todo tuvo esa impronta.

AM: Porque tampoco queremos perder el concepto vintage, de vieja escuela. No queremos perder esa esencia del funk y el soul. La idea es que lo escuches y digas: “Esto es moderno, pero al mismo tiempo me hace acordar a la música de los ‘70”.

Juan Farías: ¿Cuáles serían los tres elementos entonces? [risas] Creo que quedamos en groove, orgánico y canción.

 

“La autogestión es un desafío, porque cubrimos lo que una banda profesional puede delegar”

 

SPE: ¿Se vienen canciones en español?

AM: Sí. Con Guacamole, Palta pudo lograr una conexión con su público. La gente sabe las letras, las cantan y suben covers a las redes. Eso ya es sorprendente de por sí, pero nos faltaba algo para llegar a un público más masivo. Si tenemos la habilidad de hacer todo esto usando el inglés, ¿por qué no lo haríamos en español? Me abrí a esa posibilidad y dio resultado. Tampoco uno se puede cerrar y decir: “Yo soy así y ya está”. El mundo no funciona de esa manera.

SPE: ¿Qué música escucharon, durante la producción del material, que haya influenciado el resultado final?

BC: Escuchamos mucho a Ed Motta y un disco tributo a Bill Withers de José James. El último trabajo de Anderson Paak.

BCa: Innervisions (1973) de Stevie Wonder.

TS: Prince y a full a Steely Dan, sacamos mucha data de ahí porque es la mejor banda de la historia.  Spinetta, que es luz pura. Mati, quien nos produjo el disco, fue su último bajista y cada vez que íbamos a su casa, escuchábamos sobre Luis. Nos contó una anécdota de cuando Tony Levin, que tocó el bajo con John Lennon, quiso conocer al Flaco y él no lo podía creer. La historia termina con Spinetta haciéndoles pizzas caseras a todos, todavía con vergüenza de hablarle a Levin porque le parecía un groso. Esos relatos alimentan ese lado tan humano que nos orienta en todo lo que está alrededor de la música.

SPE: A punto de lanzar un nuevo disco, ¿qué desafíos encuentran en este momento de la banda?

BC: El primer desafío es la autogestión. Desde el management hasta la producción del material. No tenemos una estructura externa que cubra las áreas que una banda profesional puede delegar, pero tenemos gente con la que hemos elegido trabajar. Hacer un disco nos resultó arduo, se volvió un proceso muy largo porque no podíamos grabar y tocar en vivo tantas veces al mes. Para nosotros, armar una gira implica que toda nuestra energía está puesta ahí, porque tenemos que gestionarlo nosotros, ver en qué autos vamos, etc. No quiero decir con esto que las bandas del under no puedan manejar su agenda y lanzar un disco a la vez, pero nosotros tuvimos que elegir no combinar esas cosas. Ahora grabamos un disco y todos los esfuerzos económicos fueron destinados a la música. Sin embargo, grabamos el mejor disco que pudimos haber grabado. Eso es seguro.

AM: El arte independiente de la Argentina funciona así: pared tras pared. Lo que más nos lleva adelante es la gente externa a la banda que elige participar. Nos queda aún mucho por recorrer, pero no hubiéramos llegado a este punto sin ellos. Más allá de la guita, lo más difícil es encontrar gente con la cual laburar.

SPE: Con todo el esfuerzo del año encima, ¿cómo están preparando la fecha en el Konex?

AM: Se podría decir que fue una preparación de todo un año. Este show va a ser más largo, vamos a tocar temas nuevos y estamos muy contentos.

BC: Es nuestro primer Konex propio y elegimos tocar en el auditorio porque creemos que es un espacio que va a funcionar para nosotros. James Brown hacía muchas presentaciones en auditorios y la gente pasaba, de estar sentada, a estar parada como en una fiesta. También por todo lo teatral de un escenario grande, que ayuda con la idea de tener invitades.

*Palta and the mood se presentará el 29 de octubre en Ciudad Cultural Konex y podés adquirir tu entrada acá.

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