A los usuarios de la web les encantan las teorías conspirativas, algunas más descabelladas que otras, pero igual de entretenidas. Esta semana circuló en las redes una nueva suposición que tiene a dos iconos de la música como protagonistas: ¿Bruno Mars es hijo de Michael Jackson? La pregunta del millón. Si bien esta conjetura no presenta pruebas concretas, el escrito llama la atención de cientos de personas y plantea la posibilidad de que esta relación familiar haya estado oculta durante 34 años.
Lo cierto es que Michael siempre estuvo rodeado de un halo de misterio por sus cualidades como artista y sus excentricidades como persona: yendo desde su majestuoso talento vocal y su extraordinaria forma de bailar, hasta los escándalos mediáticos que lo persiguieron a lo largo de su carrera e incluso después de su muerte, como las acusaciones por abuso infantil que lo llevaron ante un tribunal dos veces. En este sentido, por más insólito que algo resulte, si se trata de MJ, todo es posible.
Ahora bien, ¿qué tan cierto puede llegar a ser esto? Estos son los puntos en los que se sostendría este parentesco:
En primer lugar, el nombre real de Bruno Mars es Peter Hernández. Inmediatamente, los fanáticos y especuladores lo asociaron con el personaje favorito de MJ: Peter Pan. Denotando su particular obsesión con él, Jackson aseguró, en reiteradas ocasiones, considerarse un niño eterno, adornando su famosa propiedad Neverland Ranch con estatuas de esta figura fantasiosa de Disney.
Otro elemento que alimenta esta conjetura es que en una supuesta entrevista que le realizaron en 1986, el intérprete de ‘Thriller’ había revelado que tenía un hijo no reconocido públicamente, del cual prefería reservar su identidad para protegerlo. Esto hizo pensar que Bruno sería el hijo de Michael con Billie Jean, quien inspiró aquel hit homónimo en el que parte de la letra sugiere una negación a su paternidad. Tal como dice su estribillo: “Billie Jean is not my lover, she's just a girl who claims that I am the one, but the kid is not my son”.
Los defensores de esta descabellada idea sostienen que resulta inevitable vincular el parecido físico entre ambos músicos, un posible indicador de una relación genética. Además de ciertos rasgos compartidos (como la tez y el pelo), también es llamativo el amplio registro vocal que presentan y sus dotes como bailarines.
Algo bastante curioso, quizás uno de los datos más fuertes, es que Michael Jackson y el padre de Bruno Mars eran amigos. Hay quienes afirman que los Mars asistieron a su velorio homenaje en el Staples Center de Los Ángeles y, ese mismo año, el sello discográfico de la superestrella contrató a Bruno como su nuevo talento. Estos hechos tienen relevancia considerando que un productor fue despedido de la compañía un día después de confirmar que la última incorporación se trataba del hijo del fallecido cantante.
Si bien estos fundamentos invitan a la curiosidad, en su mayoría carecen de datos concretos y nos dejan ante el interrogante de creer o reventar. Tanto la familia Jackson como los Mars no se pronunciaron al respecto en ninguna ocasión, pero ante el revuelo causado por el resurgimiento de esta teoría, la expectativa por alguna respuesta se incrementa. De todos modos, sin importar si es heredado o no, el talento y el éxito de Bruno por motu proprio es indudable.
Por Santiago Hernández