La figura de Kurt Cobain ha sido romantizada e inmortalizada de muchas formas. Su dura infancia y conflictiva adolescencia, su sensibilidad artística y desprecio por la fama, su éxito y su caída. Todos son factores que los medios han enarbolado para construir una mística que él, en vida, había rechazado. Cuatro documentales sobre su carrera fueron creados con la intención de develar a la persona detrás de las canciones y la rebeldía. Solo uno da una visión presuntamente imparcial sobre el atribulado artista.
Montage of Heck (2015) es una producción de HBO que retrata la vida y obra del cantante de Nirvana con la intención de reproducir fehacientemente su carrera. Esta propuesta permitió a los productores tener acceso a archivos de la familia Cobain y conseguir la autorización de su uso por parte de sus parientes. Dirigido por Brett Morgen, el audiovisual hace un repaso por todas las instancias que atravesó Kurt Donald Cobain para ingresar a los albores de la historia del rock.
“Novoselic en su testimonio da el pie para entrar en un tópico difícil: las adicciones”
Conducido por entrevistas a distintos integrantes de su familia, la silueta del oriundo de Seattle comienza a dibujarse con testimonios de su madre, su padre y su madrastra. Con un manejo preciso y cuidadoso de las preguntas, Morgen logra que sus figuras progenitoras se explayen sobre la difícil crianza que devino en un adolescente tan sensible como conflictivo. Incluyendo grabaciones y animaciones que recrean a un Cobain dibujado en 2D, el documental se vale de un montaje silencioso (aunque muy musical en ciertas ocasiones) y convierte los duros relatos en testimonios más digeribles.
Con la entrevista a la primera novia de Cobain, Tracy Marander, el film transiciona a los años de juventud del artista, en los que sus horas transcurrían como personal de limpieza mientras comenzaba a formar Nirvana. A través de grabaciones caseras y acudiendo nuevamente al recurso de las animaciones, la entrevista a Krist Novoselic retrata los momentos de composición de los futuros éxitos de la banda. A su vez, Marander expone los dolores con los que convivía a diario su novio, como las dolencias estomacales de las que el guitarrista se valía para cantar con ese tono de barítono desgarrado que lo caracterizó.
“El mejor mensaje que deja Montage of Heck es que si necesitás ayuda, lo indicado es pedirla”
Una vez enfocado en el éxito de Nirvana, el documental toma mucho material de archivo para relatar verosímilmente como los medios engrandecieron la banda luego del lanzamiento de Nevermind (1991). Dando cuenta del pedestal en el cual los colocaron (y ellos mismos rechazaron), el testimonio de Novoselic da el pie para entrar en un tópico difícil: las adicciones. El bajista comenta que para esconderse de la fama, tenía la cerveza y el vino; Kurt, por su parte, encontró en la heroína su refugio.
Al mismo tiempo, la relación con Courtney Love está retratada a partir de grabaciones caseras de ellos mismos. El testimonio de la antigua pareja de Cobain brinda los puntos de vista necesarios para relatar los últimos años del músico. Dando opiniones que no coinciden con la construcción mediática de los hechos, la exposición de la cantante otorga una construcción fidedigna de lo ocurrido.
Quizás la obra de Brett Morgen falla al no contextualizar la escena musical en la cual surge Nirvana, por lo que su crítica hacia los medios queda inconclusa. Tal vez no haga hincapié en lo más importante que nos dejó el muchacho de 27 años: sus canciones. Sin embargo, su sutileza y precisión al abordar tópicos tan duros como las adicciones y la depresión, junto a las grabaciones caseras tanto de Cobain como de Love, la convierten en una obra íntima y comprensiva.
La mayor virtud del director es brindar todas las opiniones posibles para que cada espectador pueda hacer su propia interpretación de lo que vio. Quizás el mejor mensaje que deja Montage of Heck es que si necesitás ayuda, lo indicado es pedirla. Kurt fue un adolescente rebelde, un joven atribulado, una mente sensible y un compositor talentoso cuyo legado es perenne: si hay dolor, que haya música.