Terapia es una de las pocas bandas capaces de generar un abanico tan grande de sensaciones. Encasillarlos dentro de un solo género no tiene sentido: canciones más introspectivas y melancólicas conviven con tracks super enérgicos en un todo cohesivo y fascinante. Introducirse en ese mundo es aceptar este hecho, abrazarlo y disfrutar el viaje. Marki, su vocalista, inició un camino solista en 2020 que de cierta manera replica la fórmula utilizada por el grupo: no enarbolar ninguna bandera, sino hacer lo que verdaderamente siente. “Sé que del otro lado hay un montón de gente que es así, que le va a gustar eso de mí”, afirma. “Por cada persona que decepcionas con tu música hay uno que lo re enganchaste, uno que te re entendió”. En esta charla con SPE el artista compartió cómo fueron sus inicios en la música y por qué cree que la naturalidad es lo que vale la pena defender a toda costa.
Tengo entendido que comenzaron a tocar juntos durante la secundaria, ¿te acordás cómo eran esos primeros shows?
Marki: Tocábamos en los actos del colegio. La primera vez que vi una banda que me «flasheó» fue ahí: eran de sexto y yo estaba en primero, era re fan de ellos. Hacíamos un hip hop - rock muy cabeza, y lo mezclabamos con ranciedades. Hicimos una versión punk de la canción de Barney (risas). Nos gustaba esa onda. Yo tocaba el bajo, no cantaba en ese momento. Tardamos un par de años en sacar el primer disco, pero en 2018 decidimos grabarlo y salimos a tocarlo. Ahí se armó algo lindo, empezó a venir más gente a los shows y comenzamos a girar. En 2019 la escena explotó, muchos amigos de la zona se hicieron más conocidos. Cato (Ca7riel), por ejemplo. Vivía a 15 cuadras de mi casa y los primeros temas los grabamos con él.
¿Sentís que cantar es exponerte más que tocar el bajo?
M: Recontra. Si bien la música es un lenguaje en sí mismo, poner palabras a una melodía es el siguiente nivel. En ese momento necesitaba expresar lo que sentía, no me alcanzaba con lo instrumental. Quería descargarme y empecé a hacer letras.
Creo que uno puede ser un artista en cualquier disciplina. La posta es tratar de hacer cosas, como te salga. Algo va a quedar de eso. Yo empecé con la música porque en un momento me animé, y siento que si yo lo hice hay un montón de pibes y pibas que también lo pueden hacer. La inspiración va a estar, pero hay que hacer. Mezclar todo lo que vos sepas y largarlo al mundo. No hay que esperar a ser perfecto para hacer algo.
“El objetivo es que el público se lleve una experiencia diferente, y eso se logra con la naturalidad”
Las canciones de Terapia y las de tu proyecto solista son muy difíciles de encasillar dentro de un solo género; quizás van más por el lado de generar sensaciones o estados de ánimo. ¿Por qué sentís qué sucede esto?
M: Me estoy conociendo a mí mismo y estoy aprendiendo. Todo te moldea: el barrio, la familia, los amigos, las experiencias amorosas. Todo suma. Estamos para eso los que hacemos música: provocar sensaciones y jugar con los géneros.
A nivel performático tus presentaciones solistas son mucho más chill que tus shows con la banda…
M: Yo aprovecho ese lugar que me dan los pibes para saltar y moverme, me cago de risa. Si estoy solo se tiene que dar la sonoridad para que eso pase. Hay temas que me incitan a estar más tranquilo y siento que queda lindo. La verdad es que no lo pienso mucho, hago lo que me nace. El objetivo es que el público se lleve una experiencia diferente, y eso se logra con la naturalidad. Si todo está tan planeado se contamina.
¿Cómo surgió ‘Musikita del Cielo’, la canción que lanzaste con Axel Fiks?
M: Salió en 10 minutos, escribí mi parte y se la mandé en un audio de Whatsapp. Sabía que quería hacerlo con él. A ese tema lo amo, mucha gente conectó de manera muy natural.
¿Qué tema le mostrarías a alguien que no conoce tu música?
M: Es muy difícil decidir. ‘Musikita del Cielo’ me encanta, el video está buenisimo. Mostraría ese y ‘Pijama Pary’, el último que saqué.