Mariano Villasante presenta su segundo disco solista La Fuerza (2021), un EP cuya tapa nos muestra una ilustración del artista como un jedi con su guitarra y tiene la tipografía de Star Wars. La frase adjudicada al personaje Rose Tico no aparece en el álbum pero se lleva bien con el laburo de Mariano. El mundo artístico nos provee de referencias y valores de los cuales agarrarnos para darle sentido al mundo que nos rodea. Entre nuestras experiencias y los productos culturales que nos marcaron, surgen trabajos que sintetizan la intensidad con la que la industria cultural se mezcla y entrega sus nuevas producciones.
Los cinco temas que componen el álbum del instrumentista, cantante, escritor y activista oriundo de Adrogué son una mezcla de rock nacional y folk de cantautor, en los que se repasan temas como la resistencia y la búsqueda: “Estoy vivo, haciendo lo que me gusta y combatiendo este momento con arte”. Su creación musical responde a una confianza en el decir que poco tiene que ver con el nihilismo reinante en otros géneros: “Un trabajo de artesano: pulir la canción buscando la armonía y el texto, hasta que me represente. Siempre tiene que venir del corazón, debe tener sentido y atravesar una emoción”.
Combina con perspicacia el cantar el esfuerzo y la resistencia con las nuevas maneras de entender la música
El EP se condensa bajo la idea de que en estos tiempos complicados, la luz aparece. Pero eso necesita también de un esfuerzo por parte de cada quien: “Con los puños en alto, deseando al final, hacer la revolución con una canción de amor”, nos cuenta Mariano cuando le preguntamos qué le impulsa a hacer su música. La sonoridad del disco es orgánica, los instrumentos conforman una capa limpia y clara que le abre paso a una voz que se ubica de manera particular en los espacios de la obra de cantautor post Aristimuño.
‘La fórmula’ y ‘La grilla’ abren el trabajo, y nos presentan una búsqueda más alternativa, al servicio de la voz que por encima nos va cantando sobre “la familia, la magia, los encuentros, las pérdidas, las cofradías, nuestros héroes, los verdaderos asuntos que merecen ser canción”. El tercer tema ‘La vida con vos’ se construye sobre una guitarra acústica fogonera y se instala directamente en la tradición del rock nacional, con un estribillo más con onda de hit radial, surfeando entre Coti, Calamaro y Fito.
Cuando le preguntamos por las influencias que podía tener su trabajo, Mariano nos dijo que le interesa nutrir su música con “un abanico de influencias lo más amplias posibles, que no sea sólo pop o Los Rodríguez. Me influyen la naturaleza, los amores, el cine, la resistencia, la calle, las personas”. Así llega el cuarto track ‘Luke’ y puede ser el momento del EP en el eso más queda claro: “Son tiempos oscuros para la rebelión, no te alejes tanto de mí” canta el segundo verso. La poetización consiste en una seguidilla de versos que combinan referencias galácticas con frases argentinas. La perspicacia del autor para cantar sobre el esfuerzo y la resistencia con algo que parecería lejano, así como su capacidad de amoldarse a las nuevas formas de entender la música, llega a su punto más alto en el puente que canta “Afuera está Darth Vader”, con una naturalidad que bien podría salir de la boca de LOUTA.
La canción que cierra el álbum es ‘Quiero ver el mar desde un iglú’ y es la que se lleva mi cartel de favorita. Un zamba minimalista en la que la línea de voz deja reminiscencias tangueras a su paso, y completa su vuelta progresiva con arreglos de trompeta muy bonitos que le suman epicidad. La Fuerza se termina pero algo queda, algo como una profecía, una invitación, o una carga de midiclorianos excesiva. Mariano Villasante planta su fuerza y sigue floreciendo.