LINKIN PARK: ¿COMENZAR DESDE CERO?

El icónico grupo de metal presentó su más reciente álbum

“¿Desde cero, tipo, desde la nada?” son las primeras palabras que suenan en la intro homónima del álbum de Linkin Park, From Zero (2024). El octavo LP de la banda fue algo controversial, dándose en el marco del regreso de la banda después de siete años sin música nueva, desde el fallecimiento del cantante Chester Bennington. En este tiempo, se mantuvieron activos lanzando demos, versiones en vivo y remixes, pero no nos habían dado, todavía, música original.

La presente formación de la banda está compuesta por Mike Shinoda en voz y ocasionalmente guitarra y teclado, Brad Delson en guitarra, piano y percusiones, Dave Farrell en bajo, Joe Hahn en teclados y sintetizador, y las nuevas adiciones al equipo: Emily Armstrong en voz y Colin Brittain en batería. La decisión de incluir a una mujer para darle voz a un grupo tradicionalmente fronteado por un hombre es arriesgada, teniendo en cuenta lo consolidada que estaba la banda en el género y cómo podría afectar a sus fanáticos más puristas. Pero a su vez es respetuoso, ya que no planea «reemplazar» al anterior ni generar algún tipo de competencia.

Siguiendo la intro, el álbum abre con ‘The Emptiness Machine’, el primer single lanzado. La canción es clásica, cuenta con todos los elementos que uno esperaría de un tema de Linkin Park, como guitarras muy distorsionadas, baterías saturadas y breaks en piano. Las voces de Shinoda y Armstrong combinan mucho mejor de lo que uno podría imaginar previo a escucharlo. Pero, a su vez, tiene un aura distinta, más moderna. El siguiente single fue ‘Heavy Is the Crown’, la cual redobló la apuesta de la vuelta al nu metal de LP, incluso es más similar a lanzamientos previos de la banda. La voz de Armstrong tiene un sonido más roto, con gritos más potentes. Comenzar la promoción del disco con esos dos singles fue un statement, una manera de callar las voces que decían que el proyecto estaba mejor en un hiatus indefinido. El tercer sencillo fue ‘Over Each Other’, en el cual se permitieron experimentar un poco más. Esta canción es más tranquila, un poco más comercial quizás —pero no en el mal sentido, si no todo lo contrario, es más flexible y abierta a captar nuevas audiencias—. Es más jugado con la melodía vocal, a la vez de darle un respiro de los gritos para preservar la calidad vocal en un futuro vivo. El último fue ‘Two Faced’, estrenado dos días antes del lanzamiento del disco. Este tema arranca como una patada en la cara, es intenso, confrontativo y muy pegadizo. La mezcla de vocales limpios con versos rapeados que caracterizó siempre a la banda se enaltece y genera un contraste muy interesante.

A la vez de ‘Two Faced’, otra canción que mezcla muy bien los versos rapeados con los estribillos melódicos es ‘Cut the Bridge’, que también cuenta con ciertos sonidos estáticos y recursos muy usados por el grupo en el pasado. El ritmo en la batería es muy prolijo e intenso. Las cuerdas que incluye mezcladas en los versos y pre-coro le dan un toque distintivo. A mitad del disco aparecen ‘Casualty’, que es de los temas más pesados y ‘Overflow’, que tiende a lo tranquilo y experimental. Al final de ‘Overflow’ se puede escuchar un sample de ‘Fuse’, un track en cassette de Xero, el primer proyecto que la formación final de Linkin Park tuvo en los ‘90.

Sobre el final del álbum, llegamos a ‘Stained’ e ‘IGYEIH’. Similar a lo que sucede con las mencionadas anteriormente, juntas arman un contraste interesante siendo ‘Stained’ más melódica y tranquila, mientras ‘IGYEIH’ es más pesada, y también empieza con un sample, esta vez del tema ‘Step Up’ de Hybrid Theory, la banda posterior a Xero y previa a Linkin Park. El álbum cierra con ‘Good Things Go’, la balada del disco. Con guitarras limpias y tempo más lento baja los decibeles que uno venía sintiendo en las seguidillas anteriores. La letra en este caso se interioriza más en salud mental e inseguridades. Es una muy buena elección para darle cierre, ya que en el medio quedaría un poco fuera de contexto y permite procesar lo que uno viene escuchando a la vez de dar ganas de volver a escuchar el disco desde el principio.

En conclusión, es una muy buena carta de presentación para esta nueva era. La recepción por parte de fanáticos fue un poco dividida, pero en rasgos generales más positiva que otra cosa. Y, para citar a otra banda que hace unos años tomó un camino muy similar, “el show debe continuar”.

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