LAS HISTORIAS DETRÁS DE YOU COULD HAVE IT SO MUCH BETTER

Pasaron 15 años del disco de Franz Ferdinand y seguimos siendo Outsiders

¿Hay chispa después del primer disco? ¿Qué hay más allá del éxito de ‘Take Me Out’? You Could Have it So Much Better (2005), el segundo álbum de Franz Ferdinand, es el encargado de responder a estos interrogantes.

La banda originaria de Glasgow había llegado a la cima de los charts europeos con su disco debut Franz Ferdinand (2004), además del hit ya mencionado —que también viajó por el mundo gracias a su aparición en media decena de juegos, incluyendo el Guitar Hero— y singles como ‘The Dark of the Matinee’ o ‘Michael’. Domino Records, el sello con el que firmaron en 2003 y continúan eligiendo hasta el día de hoy, fue el encargado de la distribución de la continuación del LP homónimo. ¿Qué tenían para ofrecer de nuevo? Un poco de historia, religión y más.

“Las clases de historias y arte no son ajenas a los conceptos de la banda" 

Distorsión, un riff potente, pandereta y percusión; en ese orden y como una bomba inicia el álbum con ‘The Fallen', mientras Alex Kapranos nos pregunta “¿Qué tiene de malo un poco de destrucción?. Lo mismo se refleja en lo caótico de la canción, con las guitarras ruidosas en sintonía con la letra cantada a velocidad de rap (la cual habla de alguien que se cree Jesús). Del caos hay un pasaje sin escalas a la fiesta: ‘Do You Want To’ nos lleva directo a la Transmission Party en una galería de arte donde nuestro cantante, junto al guitarrista Nick McCarthy, el bajista Bob Hardy y el baterista Paul Thomson juegan bromas a los presentes. Todo esto fue llevado al formato de video bajo la dirección de Diane Martel, y así el single principal del disco logró posicionarse como número 1 en las listas de UK Indie.

La pista número tres tampoco da descanso y recién vamos a poder respirar con ‘Walk Away’, una balada que según Kapranos está dedicada a Gavrilo Princip, el asesino serbio que mató al archiduque Franz Ferdinand. Las clases de historia y arte no son ajenas a los conceptos de la banda, ya que tanto Paul como Alex estudiaron y trabajaron para escuelas de arte. Además, sus vídeos y las tapas de sus álbumes tienen influencia del dadaísmo y la propaganda soviética —la portada de You Could Have It So Much Better está inspirada en la obra de Alexander Rodchenko, fotógrafo ruso pionero del avant-garde—. En ‘Outsiders’, track que da fin al disco y momento icónico de sus conciertos en vivo, también hay referencias a Julio César y a los amores de artistas como Gala Dalí, Lee Miller o Camille Claudel.

“You Could Have it So Much Better marcó el camino del conjunto para ser uno de los más queridos dentro de la escena indie”

Las melodías de sus dos primeros álbumes lograron que los escoceses pisaran suelo argentino por primera vez, con una fecha en el Luna Park el 28 de febrero de 2006. Dando un concierto con un setlist sólido de 18 canciones, no solo gustaron por sus temas más conocidos sino también por sus b-sides, los cuales poseen una gran popularidad entre los fanáticos del grupo. Los días siguientes no tuvieron descanso: la banda tuvo dos encuentros en nada más y nada menos que el estadio de River Plate, siendo teloneros invitados de U2.

Grabado en su estudio propio de Glasgow y en Nueva York, You Could Have it So Much Better recibió buenas críticas que marcaron el camino del conjunto para ser uno de los más queridos dentro de la escena indie. Entre ellas, Entertainment Weekly los definió como «los salvadores del rock del momento» (un mote que también definiría el éxito de los neoyorquinos The Strokes y sus compañeros de sello Arctic Monkeys). La voz grave y sexy de Kapranos, las líneas de bajo de Hardy y el ritmo funk aportado por McCarthy y Thomson son ya parte del estilo que el grupo patentó y fue evolucionando a lo largo de los años. Sin dudas, con Franz Ferdinand la vamos a pasar bien.

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