Después de casi cinco años estudiando en Liverpool, la cantautora balcarceña volvió para quedarse. Antes del estreno de Selva, su segundo trabajo de estudio, nos cuenta cómo fue su odisea por el viejo continente y su retorno al país.
SPE: Estás a punto de estrenar Selva. ¿Qué nos podés contar?
Karina Vismara: Creo que este álbum tiene una mirada distinta a lo que venía haciendo. Mi primer disco, Casa de Viento (2015), fue más introspectivo, ya que hablé mucho de mí y de mi infancia, pero con Selva quiero mostrar mi postura frente a la actualidad, siempre desde el sentimiento. Me gusta expresarme desde mi forma de sentir las cosas y no explicar qué está bien y qué no. En cuanto a lo musical también se ve un cambio importante, porque va a ser muy rockero: con guitarra, bajo, batería, en formato de banda.
SPE: Casa del Viento tuvo algunas canciones en inglés, pero Selva solo va a tener canciones en español. ¿En qué idioma te es más fácil componer?
KV: Parece raro lo que voy a decir, pero es más fácil escribir en inglés porque es una lengua llena de monosílabos y, desde el punto de vista melódico, no tenés que preocuparte por la acentuación de las palabras. En cambio, al escribir en español tenés que tener cuidado con no cantar «arból» en vez de «árbol», por ejemplo. De todas maneras, siento que ya me afiancé componiendo en castellano.
SPE: ¿Tenés pensado sacar algún álbum solo en inglés?
KV: Estoy abierta a cualquier posibilidad, aunque en este momento no es algo que tenga en mente. Desde que volví a Argentina estoy intentando echar raíces y me entusiasma todo lo que está pasando con la música independiente, me gusta ser parte de esto.
SPE: ¿Sentís que la escena musical inglesa tiene algo que la argentina no?, ¿o visceversa?
KV: Es difícil contestar eso para mí, porque ni bien terminé el colegio me fui directamente a Inglaterra. Yo vivía en Balcarce, un pueblo en el sur de la Provincia de Buenos Aires, así que si lo comparo con eso allá había de todo y acá no había nada [risas]. Sinceramente, no sé cómo estarán allá actualmente, pero siempre noté que su industria está mucho más desarrollada, y el boom de lo independiente que estamos teniendo ahora ellos lo tuvieron hace mucho. Igual, desde el punto de vista creativo, no tenemos nada que envidiarles.
SPE: ¿Tenés algún referente?
KV: Sí, muchísimos. Nací escuchando a los Beatles, ellos son mi fuente más grande de inspiración, pero nunca dejo de disfrutar de artistas como Neil Young, The Kings, Joni Mitchell y también más nuevos como Grizzly Bear o Beach House. Particularmente, en la creación del último disco estuve obsesionada con Atahualpa Yupanqui, Ali Farka Touré y Paul McCartney en su etapa solista. Me gusta nutrirme de manera desordenada.
SPE: ¿Hubo algo en particular que te haya hecho volver de Inglaterra?
KV: En un principio, creí que me iba a quedar a vivir, sentí que era mi lugar en el mundo. Después las cosas se complicaron con los papeles, la Visa, me casé... La verdad que pasó de todo. Cuando me tocó volver a Argentina por el tema del pasaporte italiano, para el cual había sacado turno hacía ya cuatro años, me propuse grabar el disco mientras se solucionaba todo y después volverme. Pero bueno, acá estoy [risas]. Hoy me doy cuenta de que tomé la decisión correcta y estoy muy feliz de vivir en Buenos Aires, a pesar de que es una ciudad complicada, con un ritmo muy acelerado y hostil a la cual me costó adaptarme.
SPE: ¿Hay algo de tu carrera qué cambiarías?
KV: No, porque siempre hice lo que quería y sentía en ese momento. Cuando uno está convencido de las decisiones que toma y actúa con amor es raro que se arrepienta, porque si el resultado no sale como esperabas siempre te podés adaptar. Hubo momentos muy difíciles, en los que no supe ni qué hacer ni cómo vivir, pero ya pasaron.
“No tenemos nada que envidiarle a la escena musical inglesa”
SPE: ¿Alguna vez dudaste poder vivir de la música?
KV: Sí, cuando tuve todo este problema con mis papeles sentí que no podía más, creí que no me iba a poder dedicar a esto. No es fácil tener que remarla tanto, incluso pensé en vender todo y dejar la música. Por suerte, no lo hice y encima pude volver al país, el cual a pesar de no estar del todo bien a nivel sociopolítico y económico, sigue siendo mío. Prefiero vivir esto como una argentina más antes que verlo afuera. Además, estos son los momentos en los que la gente despierta y se une. Yo quiero ser parte de eso.