Nacido el 25 de febrero de 1949, George Harrison creció en el seno de una familia trabajadora, en uno de los barrios más humildes de Liverpool. El más joven de de los cuatro hermanos (y curiosamente, también de los «fab four»), ya desde antes de nacer se encontraba acompañado por algo que explotaría en su adultez, la música hindú. Cuando su madre estaba embarazada de él, escuchaba las transmisiones semanales de Radio India, tratando de brindarle al bebé un poco de calma, a través de cítaras y tablas, en medio de tanto caos.
“Los medios siempre lo apodaron como «el Beatle callado»”
Su pasión por la música se desarrolló desde la niñez, pero explotó una mañana mientras andaba en bicicleta. De repente escuchó un sonido, algo diferente a todo, una voz cautivante que lo hechizó… inmediatamente se detuvo y se paró contra la ventana de la casa donde sonaba aquella canción. Se trataba de Elvis Presley y su clásico ‘Heartbreak Hotel’, eso despertó una llama en su corazón, llamada rock & roll. Ahora no podía dejar de pensar en guitarras, tal fue la obsesión que su padre, quien tenía poco poder adquisitivo y no tenía interés alguno en que George incursione en la música, le terminó comprando una guitarra a sus 13 años.
Hay tantos caminos que podemos abordar ahora, desde la fundación de los Quarrymen junto a John Lennon y Paul McCartney, aquellos conciertos en The Cavern, cuando fue deportado de Alemania por ser menor de edad y tocar en clubes nocturnos o la formación de una banda con Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lyne y Roy Orbison. Pero tal vez sea mejor, en su cumpleaños, entrar en algo más personal. Los medios siempre lo apodaron como «el beatle callado», debido a su notoria timidez en el escenario (a pesar de ser un tipo lleno de humor) y recluida vida personal. John, Paul y Ringo disfrutaban de la fama, pero él siempre la sufrió.
Cuando finalmente The Beatles llegaron a su fin, quién más feliz estaba era George. Ya no podía soportar la beatlemania, los constantes rumores en las revistas o las tensiones en el estudio. Es por eso que sus posteriores álbumes fueron abordados con mucha calma en el estudio, un ambiente relajado donde las cosas podían fluir. Esas sensaciones se respiran en su clásico triple LP All Things Must Pass (1970), al cual recomiendo escuchar para recordar a esta influyente figura. Otro motivo para dicha alegría era la libertad artística, sus ex compañeros siempre lo limitaron a pocas intervenciones por álbum, ahora podía destaparse y expulsar todas las canciones que quedaron contenidas por años.
Frank Sinatra una vez dijo que ‘Something’ era la mejor canción de amor en los últimos 50 años, pero desde SPE nos preguntamos: ¿Cuál es tu canción preferida de George? Deja un comentario y no te olvides de escuchar su dulce música en el aniversario de su nacimiento.