Tres décadas después de su último Vélez, exactamente en el mismo mes y con la misma cantidad de funciones, Fito Páez volvió para agasajar a El Amor Después del Amor (1992). En las inmediaciones del estadio el cruce generacional se percibía a cada paso, fue un show que reunió el ayer y hoy alrededor del disco más vendido del rock nacional. El tráiler de su nueva serie —que se estrena el 29/04 por Netflix—, se proyectó en exclusiva por primera vez en las pantallas del Amalfitani dándonos la bienvenida. En él pudimos ver un recorrido por los hitos de su vida personal y de su carrera que incluye la recreación del Vélez del '93. Rodolfo salió vestido de color violeta —tal como la última vez— dándole vida a 'El Amor Después del Amor', seguido por 'Dos Días en la Vida' y 'La Verónica' que contó con la presencia de Nathy Peluso.
El concierto estaba respetando el orden del álbum, hasta que llegó '11 y 6' para avisarnos que nos tenía preparado algo distinto a lo sucedido en las 8 funciones que dió en el Movistar Arena. Fabiana Cantilo fue la siguiente invitada en hacer su infaltable aparición, mientras corría de un lado al otro desplegando los brillos dorados de su vestido. Estamos de acuerdo en que un desperfecto técnico es lo que nadie quiere padecer en este tipo de eventos y menos cuando está siendo transmitido por streaming, pero sucedió. Para aprovechar esa espera, Fito decidió pedirle silencio a 35.000 personas para cantar a capella y lo insólitamente mágico fue que logró la quietud. Fue una de las versiones más emocionantes de 'Yo Vengo a Ofrecer Mi Corazón' que se recuerden, esta noche estaba decidido a entregarlo todo.
Fito decidió pedirle silencio a 35.000 personas para cantar
Los invitados no paraban de llegar y entre ellos se sumó Hernán Coronel de Mala Fama en 'Ey, You!', Alejo Llanes (Alejo y Valentín) vestido de arlequín haciendo de presentador en 'Circo Beat' y David Lebón en 'A Rodar Mi Vida'. Si bien era el aniversario de EADDA, no sonaron todas sus canciones, tal vez fue para darle lugar a aquellas que no suelen tocar en vivo. Y para que ninguna se quede afuera, nos deleitó con un medley que iba desde 'Sólo los chicos', pasando por 'Tercer mundo' y 'Yo te amé en Nicaragua'. Para culminar sonó 'No Bombardeen Buenos Aires' y se dispararon fuegos artificiales, en un claro guiño a lo sucedido en aquel Ferro de Charly García en el '82 donde montó una ciudad para luego derribarla al final de ese mismo tema con una gran cantidad de dinamita. Otra de las excentricidades de la noche fue el mashup entre la música de 'Boys Don't Cry' de The Cure con la letra de 'Cable a Tierra'.
¿Habrá una canción más poderosa, más rebelde y con más fuerza que 'Ciudad de Pobres Corazones' en vivo?. Sin dudas es uno de los momentos más álgidos de sus presentaciones, con su duración que parece interminable. Es de destacar la calidad del sonido, en especial de los vientos y los pianos, que hizo lucir cada arreglo preparado especialmente para la ocasión.
“Si me preguntas si extraño aquellos años, la verdad que no. Porque lo que uno lleva adentro no lo extraña”, expresó dando cuenta de que no es solo un recuerdo de lo que fue, sino de lo que sigue siendo. Al final de este homenaje al paso del tiempo, nos llevaremos por treinta años más, por lo menos, esta celebración histórica y la conmemoración al sentimiento más profundo que conoce el ser humano: el amor (después del amor).