En vistas a su show en La Tangente, que será el próximo 19 de Mayo junto a Mauro Conforti & La Vida Marciana, SPE se sentó con Alejandro Estayno, cantante de Johnny P. & The Companions. Una banda de neo soul que converge la sensualidad de el estilo de Marvin Gaye con una potencia moderna, con quien se charló sobre sus procesos compositivos y de grabación. Además, se tocaron temas como la dinámica de estar constantemente trabajando en nueva música y cómo fue para ellos encontrar su sonido.
SPE: ¿Cómo definirías en el estilo de Johnny P. & The Companions?
ALEJANDRO: En la búsqueda musical que planteamos, nosotros manejamos un estilo de trabajo rápido e intenso. Arrancamos en el 2013 y desde entonces sacamos dos EPs, un disco y ahora estamos en los procesos finales de grabación de las maquetas de nuestro cuarto material. La primera vez que tocamos un tema nuestro en vivo fue en el 2014 en Niceto, desde ese entonces hasta ahora grabamos mucho. Disfrutamos de estar en el estudio tanto como de salir a tocar.
“Pretendemos hacer música 2019, pero con el espíritu de James Brown”.
SPE: ¿Y cómo funciona esa dinámica de estar constantemente grabando y generando material?
A: Nunca dejamos de generar material (risas). Te cuento como es una semana para nosotros. Nico Ottavianelli y Fernando Caloia de Turf son nuestros productores artísticos, con los cuales yo, personalmente, tengo constantes reuniones todas las semanas. Después, me reúno mucho con nuestro bajista, Lucas Andrada; aparte de eso, reuniones de banda y ensayos. Y siempre tenés que dejar un espacio para componer y escribir letras (risas). A veces la gente es bastante cruel y cuando les decís que sos músico, te mandan a laburar. La verdad es que se labura mucho en este ambiente. Se necesita un poco de talento y mucho trabajo para complementar.
“En nuestra musica primero viene la piel, luego lo intelectual”.
SPE: Cuando arrancaron eran 14 miembros, hoy en día son solo 5. ¿Esta reducción en la formación ayudó a esta dinámica de trabajo constante que contás?
A: Sí, totalmente. El sonido también es distinto. Nosotros pasamos de ser una Big Band a un conjunto pop ajustadísimo. Nada está librado al azar en la Johnny P. Antes planteábamos algo vintage, un soul más clásico; en cambio ahora pretendemos algo distinto: música 2019 con el espíritu de James Brown.
SPE: Se podría decir que con el pasar del tiempo fueron encontrando su sonido y eso llevó a que su estilo evolucione...
A: Exacto. Si bien nos gustan los temas que hacíamos antes en nuestros primeros trabajos, llegó un punto en que nos dimos cuenta que no era lo que queríamos hacer. Evolucionamos, favorablemente.
SPE: ¿Cómo se va gestando la música en sus composiciones?
A: Nos gusta componer en capas. Empezamos con una base que marque el groove, eso que te hace mover el cuerpo. Después las guitarras y los teclados que te pongan la piel de gallina. Buscamos apuntar a la piel, a lo sensorial, y que las melodías vayan surgiendo y variando en el proceso compositivo. Y por último viene la letra, la conversión semiótica de lo que estamos tratando de decir. Nos gusta buscar una manera poética de decir las cosas, sin perder la habilidad de utilizar las texturas que te generan ciertas palabras para transmitirte algo. Primero viene la piel, luego lo intelectual.
SPE: Además, eso ya se nota desde la estética misma que plantean... Digo, su último disco se llama Balazo De Rougue (2017) y ese conjunto de palabras transmite una idea de algo sexy pero peligroso.
A: ¡Sí! Es exactamente a lo que intentamos apuntar.
SPE: Para finalizar: ¿cómo son sus procesos de grabación? Más allá de la composición en capas que contabas, ¿cómo es para ustedes grabar un disco?
A: Por lo general hay un proceso como de un año para hacer maquetas. El plantear las melodías, ir escribiendo las letras, etc. Y es común que mientras estamos grabando ya nos encontremos preparando los procesos para el siguiente material.