Fotos: ph.irusta
Muchas de esas noches en vela de estudio en crueles inviernos y nocturnos arrullos otoñales que se acompañaron de las finas canciones de Alfa Mist, se materializaron el pasado 16 de abril en el Centro Cultural Konex.
Mientras el escenario en el patio se imponía a unos nubarrones ya descargados, la melancólica fusión entre jazz y beats más bien hip-hoperos comenzaba a calar hondo en los huesos. Con su carácter intimista, lluvioso y virtuosísimo, el show del quinteto -teclado, guitarra, bajo, batería y trompeta- liderado por el productor londinense, fue recorriendo un corto set-list que, intervenido por grandes improvisaciones instrumentales, no dejó lugar a la insatisfacción. De la lista de canciones, ‘Keep On’, ‘The Gist’ y ‘Variables’ fueron algunas de las más destacadas.
Las armonías planteadas por el grupo ocuparon el espacio como una densa niebla de Londres, mientras que, en su lúgubre presencia, se destellaban notas de grandes melodías y latía una rítmica dispareja tradicional del nu-jazz, cuyo pulso estaba veteado por rasgos de un contemporáneo hip-hop. Por su parte, de manera muy refinada y sin quedarse atrás de la propuesta musical, las visuales dieron un marco aún más distinguido con figuras que evocaban pinceladas de un reinante y calmo óleo azul impresionista.
Alfa Mist puede mirar a cualquiera a la cara y decir que el jazz aún respira. Su argumento podría ser un Konex repleto de testigos atravesados por su música en una gran y estimulante noche de otoño.