COVID-19: La Industria Musical En La Pandemia (2020) es un proyecto documental dirigido por Jonatan Magario, recientemente estrenado por la Universidad de Palermo, que superpone entrevistas a referentes del rubro con distintas imágenes y videos de scrolleo de perfiles de Instagram, páginas web y noticias.
Más de veinte artistas, managers, productores y representantes de sellos discográficos son los protagonistas que aportan su voz para detallar el impacto sufrido por trabajadores de la música en Latinoamérica y en nuestro país. Entre ellos se encuentran organizadores de festivales como José Palazzo (Cosquín Rock), José Rodríguez (Festival Selvamonos de Perú), Juanchi Baleiron (frontman de Los Pericos) e integrantes de organizaciones como Rock & Reggae, ACMMA y A.S.I.A.r.
Una de las primeras medidas que se tomaron en nuestro país para frenar el avance de la enfermedad fue la suspensión de eventos de concurrencia masiva, como teatros, cines y, por supuesto, los recitales, entre los cuales debió postergarse uno de los más esperados del año: el festival Lollapalooza, previsto para el mes de marzo. El cese de estas actividades dejó al descubierto la cantidad de personas que forman parte del rubro sin poder hoy generar ingreso alguno y la necesidad de darles una respuesta, por lo cual muchas asociaciones que nuclean artistas, managers y hasta dueños de salas cobraron fuerza en los últimos meses.
“La industria musical trata de reconfigurar prácticas comunes y dar nuevas soluciones a un momento tan particular como difícil”
No hay que perder de vista que cuando hablamos de la industria musical no nos referimos solo a los artistas, sino a toda la cadena de trabajadores necesarios para que funcione correctamente, entre quienes se encuentran sonidistas, iluminadores, vestuaristas, staff de venues, etc. Es por esto que el regreso a los escenarios sin público transmitiendo vía streaming y los festivales a beneficio como el Quilmes Rock cobran vital importancia para reactivar el circuito. En este sentido, en el material también se detallan medidas para dar apoyo a dueños de discotecas y salas de shows a través de la Cámara Empresaria, el proyecto Idear y otros medios de asistencia como el Fondo Musical Solidario Instituto Nacional de la Música por parte del INAMU.
A la hora de armar un show, el ingenio y la creatividad pasan a un primer plano cuando los artistas y su público se encuentran en lugares diferentes. Otro de los aspectos importantes que recalca el documental es poder monetizar la labor, lo cual muchas veces se dificulta ya que no todas las plataformas digitales ofrecen esa posibilidad con el plus de garantizar una buena calidad de imagen y sonido.
Este nuevo desafío de la década entrante se trata de encontrar el equilibrio entre crear modalidades y formatos rentables para trabajadores de la industria (en especial la escena independiente, con más dificultades para sortear la crisis), asegurar material de calidad, una buena conexión en los servicios para evitar interrupciones en la transmisión y lograr que la interacción con el público sea eficaz. El circuito musical atraviesa un momento de replanteos, de reconfigurar las prácticas comunes y tratar de descifrar nuevas soluciones a un momento tan particular como difícil hasta que podamos volver todes al pogo.