El barrio se llenó por los asistentes que ya se ubicaban en las inmediaciones del venue tomando unas cervezas en la vereda, mientras el personal insistía en que apuremos la entrada. A pesar de anunciar puertas a las 19hs y show puntual a las 21:00, el público seguía ingresando ya pasado el horario. El Kuelgue eligió el Movistar Arena en su barrio, para presentar su último álbum Cuentito (2021).
'Cariño Reptil' daba inicio al show y la manija hizo que ya desde este primer tema estemos todos saltando y apretujándonos como si el tiempo no hubiese pasado. Es bueno saber que la pandemia no nos ha quitado todo, solo le puso pausa por un tiempo, tal vez, para que lo valoremos aún más. 'Circunvalación', uno de los infaltables, ya nos encontraba abriendo una ronda para poguear el final coronado de vientos, pero si la agitabas muy fuerte no podías escuchar a la banda. Claramente somos muy intensos pero no lo suficiente para tapar el sonido de un arena, por lo que debo decir que el retorno no logró acomodarse correctamente y los que se posicionaron más adelante, no lo disfrutaron de la misma manera.
En el ya clásico formato de dúo, Julián y Santi se hacían chistes y flashaban con las teorías conspirativas
'Bondi' fue el primer tema de su nuevo álbum en hacer su aparición, tal como en el tracklist, mientras luces naranjas lo invadían desde la pantalla, que estaba llena de cuadrados que parecían las ventanas de un gran edificio, magias a cargo de León Greco. 'En Avenidas', uno de los clásicos indiscutidos de su disco Ruli (2013), era lo que seguía con el solo final de saxo del gran Pablo Vidal. 'Ayer Real' encontró al frontman Julián Kartun emocionado por llegar a esta instancia de show y en su barrio: “Dije que no iba a llorar”, expresó con los ojitos vidriosos y el público lo llenó de gritos de aliento. Contó también que la pandemia lo encontró un poco llorón, como el meme que circula en redes “una lloradita y a seguir”, un mecanismo que encuentra eficiente y necesario.
En el ya clásico formato de dúo, Julián junto a Santi Martínez en teclado se hacían chistes y flashaban con las teorías conspirativas, como esa de que el hombre llegó a la luna en la época de la tecnología del Ford Falcon (poco creíble). A esta «reflex» se sube 'Galope': “Y vos lo sabés, hace mil quinientos años todos creían que la tierra era el centro del universo. Hace quince minutos, vos creías que solo había personas en este planeta”. Un cambio de ritmo al centro de una chacarera llegó con 'View Master' mientras un grupito del público empezó una competencia de sapucai.
Nos cambiaron el pogo por el baile, no es tan mal negocio
De repente comenzó a sonar la parte final de 'Me Gusta Así' con el teclado como protagonista, a la que sumaron el cierre de 'Milanesa' que le canta a la gente de San Antonio de Padua y agregando por último a 'Sabandija' a este mix de baile instrumental. 'Altos Vuelos' fue el momento donde el virtuosismo instrumental de la banda llegó a su momento más alto al ritmo de la murga, con invitados que multiplicaron las voces para lograr el efecto deseado y “como hicieron tantos años, volverán los escenarios”; efectivamente volvimos.
'Dele tiempo', 'Por Ahora' y 'Soda' ya iban anunciando el final del concierto, seguidas por 'Chiste' donde desplegaron una intro que muestra su esencia «standapera». La elegida para el cierre fue 'Góndola', una vez finalizada, todas las luces blancas se posaron sobre el público, un poco encandilándonos, para avisarnos de forma poco cortés que teníamos que retirarnos. Pero nadie se quería ir sin una más, a pesar de que el show duró casi dos horas, así que nos quedamos agitando canciones viejas como 'Cristo es Marquitos Di Palma' y 'Clonasepan'. Finalmente, no quedó otra que arrancar la vuelta. A pesar de que no sonaron esos temas que esperamos los que vamos a verlos hace años, y los saltos no volvieron a hacerse presentes luego del cuarto tema, nos cambiaron el pogo por el baile que no es tan mal negocio.
Fotos por Vicky Dragonetti.