Fotos por @acorazonada
El 21 de diciembre, Dillom finalmente tuvo la revancha de aquel show suspendido en septiembre en el Estadio Vélez. Asuntos pendientes fueron resueltos con esta noche que se hizo esperar. La ansiedad del público solo potenció la recarga de energía de los fans para una jornada llena de rock. Sí, Dillom ya es rock.
El público funciona como un solo cuerpo en movimiento, coordinado con cada canción para que se viva de la manera más arrolladora posible. El calor y el cansancio pasan a un segundo plano una vez que arranca el show. La apertura es con ‘Coyote’ seteando el clima perfecto de desquicie y locura que iba a mantenerse durante toda la noche.
La idea de este Vélez fue cerrar Por Cesárea (2024), el disco que marcó una nueva etapa en la carrera del artista. Una era más oscura, arraigada a su pasado y a sus emociones. A lo largo de su presentación, Dillom recorrió canciones de ese álbum, de Post Mortem (2021) y también de su EP AD HONOREM (2023), construyendo un relato sólido y coherente que atravesó su carrera. El repertorio fue amplio, sonaron temas como ‘Sauce’, ‘Rocketpowers’ y ‘Bicicleta’, junto a las más recientes ‘Rojo Profundo’, ‘Reiki y yoga’ y ‘Ovario’. En el tramo final, Dillom sorprendió al salir de traje para interpretar ‘A Mi Manera’, su versión de ‘My Way’ de Frank Sinatra, uno de sus grandes ídolos.
El espectáculo atravesó distintos segmentos, marcados con cambios de vestuario, accesorios y climas musicales. Primero apareció un Dillom visceral, provocador y profundamente roquero -quien también iba a aparecer para el final del show con ‘Buenos Tiempos’-. Luego, mutó hacia una performance más oscura y densa. Tras cerrar esa etapa con ‘Muñecas’, el recital giró hacia un costado más tierno y emocional, conectado con su infancia y amistades -de hecho presentó su nuevo tema ‘Amigos’ que fue escrito para su mejor amigo-. Canciones como ‘Cirugía’ y ‘Ciudad de la Paz’ acompañaron ese momento, junto a un niño que subió al escenario para representarlo en su versión más joven.
La noche también tuvo momentos compartidos: se subieron al escenario invitados como Brooke Carrey, MuereJoven, Quentin, Lali y Juanse, leyenda del rock argentino quien aportó peso simbólico y musical a la fecha.
La puesta en escena fue uno de los puntos altos de la noche. El estadio y el escenario estuvieron ambientados como si el público estuviera dentro de un cuerpo. A carne viva. Ese concepto, tan presente en el universo de Por Cesárea (2024), se materializó con un enorme corazón latiendo en el centro del campo.
Muchos aún cuestionan si Dillom es rock. El show de anoche dejó la respuesta más clara posible: la actitud, la crudeza, la entrega y la energía de su público evidencian que el cantante entra cómodamente dentro de esta categoría.
