DESARMANDO EL ROMPECABEZAS MUSICAL: VISUALES

En cuanto a la forma, las pantallas pueden presentarse en una sola pieza, estar divididas en distintos cuadrados o tomar figuras más creativas, lo que implica un trabajo de mapeo para la configuración de las imágenes en cada una de las partes. Algunos ejemplos de estructuras originales pudieron verse en el caso del Buenos Aires Trap, el cual contó con unas líneas irregulares que se abrían en ambos extremos del escenario, y en Rock en Baradero, donde la pantalla simulaba una apertura en el centro que dejaba salir líneas de luz. Ferrón nos cuenta sus preferencias: “En mi trabajo particular con Teles las imágenes que utilizamos son más bien abstractas y creo que la división no es algo que funcione para nosotros. Lo mejor es tener una superficie completa que sea lo más grande posible”.

A nivel internacional podemos mencionar el Ultra Music Festival, con sus particulares estructuras que se superan año a año, y al DJ Etienne de Crécy, quien con su proyecto Beats and Cubes utilizó efectos tridimensionales y, para la gira Space Echo, usó pantallas giratorias y traslúcidas (se puede consultar el proceso creativo acá). Una de las bandas que más se destaca en la incorporación de nuevas tecnologías a sus shows es U2, quien renueva la puesta en escena en cada gira realizada junto a su director de escenografía Willie Williams y su arquitecto de escenarios Mark Fisher. Entre las giras más recordadas se encuentra PopMart (1997–1998), que incluyó una estructura LED gigantesca que estableció un Guinness World Record por su tamaño de 15,24 mt. de alto y 45,72 mt. de ancho y les dio un lugar en Los Simpsons. Años más tarde, los irlandeses volvieron a impactar a sus fans en Innocence + Experience (2015), donde a través de la pantalla suspendida en el medio del recinto, se podía vislumbrar a los integrantes del grupo cuando las imágenes se apagaban.

Para que el show tenga un desarrollo estético claro que sea respetuoso de la identidad visual de cada proyecto, es importante que el trabajo de los VJ se armonice con el de los iluminadores. Nuestro entrevistado nos dice al respecto: “Nos dimos cuenta de que no bastaba con preparar las visuales, sino que también las luces debían estar acorde. Una de las ideas principales es que los integrantes de la banda sean contornos en contraste con los colores de las pantallas y que no se les vea la cara. Era difícil que se entienda el concepto que queríamos transmitir y que esos lineamientos se mantengan, de ahí la importancia de contar con un iluminador propio”.

“No puedo imaginarme una vida sin pasión. Hoy en día canalizo mis emociones a través de las imágenes, es mi mejor cable a tierra”, agrega Joaquín, dando cuenta de que el trabajo refleja también lo emocional. Lo que sucede sobre el escenario tiene un nombre y una historia que lo nutre para que nuestra experiencia como público sea lo más completa posible. Las visuales no son un DVD al que se le da play, detrás de ellas hay una búsqueda estética profunda y entusiasta.