En la primera parte de esta nota, repasamos los comienzos de las grabaciones musicales, los estudios míticos y las etapas de producción. En esta ocasión ponemos la lupa en los protagonistas actuales en la materia y cuáles son los recursos que se utilizan.
Ahora bien… ¿Qué es lo que hace exactamente un productor musical? Tal vez no sea una pregunta con una única respuesta. En cuanto al sonido, podríamos decir que son los que aportan su magia para convertir las primeras tomas o demos de una canción, en ese resultado final que escuchamos al darle play. “Me gustan mis canciones, pero siempre cuando se mete un productor, en este caso Juan Campodonico, hace que se potencie. Diría que es el que viste las canciones con todos esos sentimientos, cosas, palabras, colores o sensaciones que yo le puedo describir”, explica Zoe Gotusso en su documental Retrato en Movimiento (2020) dando su punto de vista sobre el rol. Por otro lado, al pasar tantas horas dentro del estudio se logra una cercanía y conexión que perdura en el tiempo, donde un mismo productor participa en distintos álbumes de un mismo artista.
“Mientras que en los '60 o '70 poner un disco era todo un rito, casi una situación religiosa, hoy esa costumbre ya no existe. La música se escucha en auriculares al mismo tiempo que hacemos otra cosa, o se reproduce directamente desde el parlante de la computadora, que es de muy baja calidad. O peor aún: a través del parlante de un teléfono celular. Se fue perdiendo a lo largo de los años el aprecio por la alta fidelidad y el buen sonido. Por fortuna, está creciendo el interés por recuperar el sonido del vinilo, tanto por los artistas como el público”, explica Mario Breuer en su libro Rec and Roll, una vida grabando el rock nacional (2018) sobre los cambios que se vivieron en las últimas décadas.
Con una computadora, una interfaz de audio, un micrófono y dos parlantes alcanza para instalarse un estudio en una casa
Como vimos en la entrega anterior de discográficas, en 1999 Napster reventó la burbuja de la venta de CDs, esto afectó la manera de grabar la música y la calidad del sonido que tuvo una caída en las primeras descargas disponibles en formato MP3, que al público parecía no importarle con tal de acceder a un amplio catálogo sin ningún tipo de costo. El futuro de hacer discos pasó a manos de los independientes y no de grandes discográficas, utilizando muchas veces varios estudios para ahorrar costos y nace la era de los home studios.
Con los avances tecnológicos, hoy en día es posible grabar un álbum en la comodidad de tu casa contando con muy pocas herramientas. Softwares como Pro Tools y Fl Studio hacen más sencilla la tarea y permiten que esté al alcance de todos los artistas más allá del presupuesto con el que cuente. “Con una computadora, una interfaz de audio, un micrófono y dos parlantes, ya es posible instalarse un estudio en cualquier casa. Esto viene a confirmar que el dormitorio perfectamente puede convertirse en una sala. Algunos consejos: para lograr poco ruido y que sea seco, se puede abrir el ropero, colgar de las puertas dos tapados largos, abrir el espacio, poner el micrófono y cantar hacia adentro. Las guitarras se deben grabar en el lugar más reverberante de la casa: el baño”, desarrolla Mario en su libro. Un caso testigo es el de L-Gante que grabó su éxito 'L-GANTE RKT' con un micrófono de $1000 y una de las computadoras que otorgó el gobierno nacional bajo el programa Conectar Igualdad.
Bizarrap fue el primero en lograr protagonismo a la par de los artistas y en salir del anonimato de la sala
Podemos ver otro ejemplo de reinvención en la película Begin Again (2013), donde buscan salir del mainstream creando un estudio móvil montado en un clásico Jaguar MK 10, con micrófonos y computadoras. Todo es registrado en una sola toma y con sonido ambiente: “Es lo que amo de la música… Uno de los escenarios más banales se convierte, de repente, en algo lleno de significado, en hermosas perlas efervescentes”, grafica muy bien el personaje principal.
En cuanto a los protagonistas de la materia en nuestro país, el primer nombre que se nos viene a la cabeza es el de Bizarrap. Siendo aún un adolescente que estaba en el colegio, comenzó a grabar sus primeras Freestyle Sessions en la comodidad de su cuarto en la casa de sus padres. El empapelado blanco y negro que conserva desde los 12 años y el hecho de estar ubicado en Ramos Mejía, agrega la mística necesaria para que su éxito tenga condimentos muy originales, saliendo de la lógica de que se necesita un gran estudio para hacer algo importante. Luego, salió del freestyle para producir canciones propiamente dichas en las Music Sessions, que en general se terminaban en un solo día creando el beat y la letra en el momento, donde por ejemplo Paco Amoroso terminó de cerrar la letra llegando en el Uber. La primera que grabó fue con Bhavi, al que le siguieron grandes artistas como Nicki Nicole, Cazzu, Nathy Peluso y los norteamericanos Snow Tha Product y Nicky Jam.
Actualmente se encuentra presentando su sesión número 45, cosechando millones de reproducciones en cada lanzamiento y cuenta con cuatro nominaciones a los Latin Grammy 2021. Fue el primer productor en Argentina que ganó protagonismo a la par de los artistas con los que colaboró, saliendo del anonimato de la sala. “Si lo hago en un estudio re zarpado, no se va a sentir identificado el pibe de 15 años que fui yo alguna vez. Quiero ser el referente que yo no tuve y allanar un poco el camino. Marcar que es posible hacer desde tu propio cuarto un tema de 10 millones de reproducciones, sin tener ningún tipo de pauta y sin que te banque nadie”, expresó sobre su método. A nivel internacional, podemos nombrar a Benny Blanco, quien tras producir a artistas como Katy Perry y Maroon 5, sacó su propio álbum con grandes invitados (al igual que Mark Ronson). Además, llegó a participar en una presentación de los American Music Awards simulando una sesión de estudio.
Otro de los nombres que resuenan, es el de Nico Cotton que también desde muy chico empezó a trabajar con grandes figuras. Nicki Nicole, Louta, Juan Ingaramo, Wos, Chita, J Mena, entre otros, son los artistas que han contado con su colaboración. Al escuchar demos como el de 'Cabildo y Juramento' de Conociendo Rusia, es clara la influencia que aportó a la canción para lograr el resultado final. Contó con varias nominaciones a los Premios Gardel y fue tres veces nominado a los Latin Grammys. Por otro lado, son muchos los músicos que se involucran en la producción de sus propios trabajos como es el caso de Ale Sergi (Miranda!) y Barbi Recanati, entre otros.
El paradigma cambió haciendo que la receta para lograr un buen sonido o un material que se convierta en un hit, no dependen de la marca de tus equipos o la trayectoria que tenga el estudio elegido: hay que tocar los botones correctos.