Sin miedo a decir lo que siente y sintiendo todo lo que hace, Dante Spinetta nos habla de todo: su futuro, su familia y lo que lo llevó a estar donde está.
SPE: ¿En que te inspiraste para crear ‘Perdidos en el Paraíso’?
Dante Spinetta: Tenía un sampleo de piano y un beat medio hecho, pero quería mezclarlo con algo de neo-soul y darle un estilo más bolero. Después, arranqué a escribir la letra y me di cuenta que era un tango, principalmente, por la nostalgia que genera. Cuando el tema se fue para ese lado, se me ocurrió cantarlo con autotune para traerlo un poco más a nuestra época. Me gustó el concepto de una milonga pero con las jetas de hoy.
SPE: Ya hiciste un tema con Duki y con Neo Pistea, pero te falta un integrante más de Modo Diablo. ¿Te gustaría trabajar con YSY A?
DS: Estaría muy bueno, justo YSY sacó hace poco un tango y un disco que es una locura. Si se da de una manera natural, como con Duki y Neo, me encantaría hacerlo. De todos modos, estoy en un flash medio solo hoy en día. Estoy por grabar el video de otra canción sin colaboraciones que se va a llamar ‘Aves’, y tiene una onda muy diferente a ‘Perdidos en el Paraíso’, el cual tengo grabado hace casi un año. Estuve a punto de no sacarlo, lo pensé más como parte de un álbum, pero me copó el mood y siento que prepara un poco el escenario para lo que voy a hacer. Todavía no tengo ni el título, pero espero llegar a largarlo en abril o mayo del año que viene.
“AUNQUE TARDE EN MADURAR Y EN COMPRENDERSE, LO BUENO SIEMPRE FLOTA”
SPE: En 2020 se van a cumplir 10 años de Pyramide. ¿Tenés algo pensado para el aniversario?
DS: Si, algo fuerte. Hay un documental de más de una hora de la creación del álbum, con los invitados, las grabaciones en La Diosa Salvaje y en la casa de Fito Páez. Es un trabajo increíble que tiene un montón de cosas del disco, lo tenemos guardado hace 10 años y tenemos muchas ganas de que salga a la luz. Se viene eso y algunas cositas más… Capaz algún remix.
Siento que Pyramide tiene flashes de lo que se iba a venir, es un trabajo con mucho autotune, e irónicamente es algo por lo que se critica mucho ahora. Igual sé que es gente que no me escuchaba antes: si lo hice en 2010 y me criticas en 2019, sos un boludo [risas]. Tracks como ‘Tomen Distancia’ o ‘Pa Tras’ son muy futuristas, tienen bases muy raras y son musicalmente muy cebados. Todo esto sin contar que trabajé con genios como Adrián Dárgelos, Residente o Fito. Estoy muy contento de haberlo hecho.
SPE: ¿Creés que tu estilo cambió mucho desde ese trabajo?
DS: Soy medio bipolar con lo que hago, puedo pasar de algo como ‘Soltar’ a un reggaetón. ¿Por qué no? ¿Por qué siquiera tiene que haber géneros? Para mí la música es música, y aunque se me conozca más por lo urbano y por temas rapeados como ‘Abarajame’, ‘No Way, José’ o ‘Es Tuya Juan’, mi canción mensual más escuchada es ‘Soltar’, le gana a todos los hits. Eso es un flash, porque es una canción lenta que grabé con la Filarmónica de Praga, pero está buenísimo porque es justamente lo que quería que pase. Nunca voy atrás del view o del like, para mí es importante poner la semilla correcta que, con el tiempo, se va a convertir en un árbol poderoso. El tiempo es el que hace madurar las cosas y hay que contar con eso: en los ‘90, mucha gente no entendía Illya Kuriaky & The Valderramas y nos costó llenar La Trastienda en nuestra separación. 10 años después, y sin mover la banda de ninguna manera, volvimos para 21.000 personas. Por eso hay que jugársela a hacer lo que uno siente, aunque tarde en madurar y en comprenderse, lo bueno siempre flota. No podemos vivir en un mundo en el que lo que no está explotado en las redes, no existe; así peligra el arte.
SPE: ¿Sentís que este fenómeno es algo actual?
DS: No, para nada. En los 70’ y los 80’ a cualquier poronga le iba mucho mejor que a Charly García o que a Luis Alberto Spinetta. Ellos estaban en un plano muy zarpado, eran adelantados y el tiempo lo terminó demostrando. No hay que tener miedo en ser uno porque, al final, lo que está bueno, está bueno por más de que no esté pegado. Es como comparar una comedia de Jeniffer Aniston con una película de David Lynch, nadie va a decidir cuál es mejor según cuál fue más vista.
“MI HIJA VIDA VA A EMPEZAR A GRABAR SUS TEMAS EL AÑO QUE VIENE. CREO QUE VA A HACER MUCHO RUIDO”
SPE: ¿Sentís que ayudaste a transformar la cultura del rap y el hip hop en lo que es hoy en día?
DS: Simplemente soy parte de esa cultura. Hay mucha gente de mi época que se tuvo que bancar cosas muy fuertes; porque, al principio, si hacías rap eras un vendido, un yankee. A mí, a los 14 años un grandote me pegó una trompada en la cara y me gritó: “Eh, pibe, hace rock”. Por suerte, después del Quinto Escalón el rap explotó y ahora está en el lugar que tiene que estar. En lo personal, me siento bastante identificado con esta generación, ya que son mucho más abiertos en cuanto a lo musical. Por ejemplo, yo voy a la casa de Neo y está escuchando tango o Soda Stereo, sabe un montón de música y podemos hablar de todo. Antes, los raperos eran todos raperos, y hasta nos tiraban beef a nosotros por cantar, decían que los raperos no cantaban. Esta nueva generación quiere hacer música y, aunque termine haciendo rap, no reniega de todo lo que viene atrás.
SPE: Tu hija, Vida, es parte de esa nueva generación, y parece que ya se le despertó ese gen musical que tienen todos en tu familia.
DS: Es cierto, ¿no? Parece que tiene cierta información genética relacionada al arte, la cual, eventualmente, está en nuestra familia. Es hermoso verlo en mi hija; en mis sobrinos, los Flu Os; y en mi sobrino, Ciaro, que hace poco rapeó en un acto escolar y la rompió toda. Mi hijo Brando se dedica al fútbol, pero es re cumbiero y toca el teclado muy bien; si quisiera tocar cualquier instrumento podría, le sale naturalmente. En el caso de Vida, es una chica que toma clases de canto, piano, composición, baile, y no solo nadie la obliga a ir, sino que no falta a ninguna. Hace cosas increíbles, y creo que ya el año que viene va a estar grabando canciones. Va a hacer mucho ruido.
SPE: ¿Creés que toda esa música es parte del legado que dejó tu viejo?
DS: Si, hay algo de eso, pero también creo que si conocés a Cata y Nahuel, que son los papás de los Flu Os, te das cuenta de por qué hacen lo que hacen. Viven en un ambiente lleno de música, de cerámica, de cine, en donde el lenguaje del arte pasa a ser cotidiano. Esa es la misma manera en la que crecí yo, en un entorno que me permitió desarrollar mi sensibilidad y mi costado artístico. Los ambientes ayudan a que los chicos encuentren el amor por cosas que pueden terminar siendo su oficio.
SPE: ¿Alguna vez pensaste en cómo va a seguir tu carrera en el futuro?
DS: Pienso bastante en eso. Quiero empezar a construir una carrera más inclinada a lo que hice en ‘Soltar’, porque no sé si me veo rapeando en 20 años. Hoy quiero hablar de otras cosas. Cuando escucho los temas que hice cuando era chico, me doy cuenta de que no los podría volver a escribir. No quiero meter un mundo tan violento en mi música, no quiero que sea todo tan explícito, por lo que busco que esa violencia pase por otro lado, por el mismo filo de la vida. Uno no sabe lo que puede pasar en la vida, pero te puedo asegurar que voy a dar todo de mí para que cada álbum que saque sea el mejor que hice.
SPE: ¿Sos feliz con la música que hacés?
DS: Muy. Me gusta disfrutar de todo lo que hago porque me di cuenta de que la vida es demasiado corta. Yo me acuerdo de cuando tenía 25 como si fuera antes de ayer, y ahora tengo 42. Lo mismo pasó con mi viejo: ver cómo una vida se apaga tan rápido en un par de meses te hace pensar en todas las cosas que no hiciste, y a la vez despegarte de las cosas materiales. Creo que hice una especie de click: mi fortuna no es una cuenta de banco llena de billetes, mi fortuna pasa por disfrutar de lo que hago, de mi familia, de vivir. En muchos momentos elegí parar con la música para ver a mis hijos caminar, hablar y crecer, y es algo que agradezco haber hecho. Hoy el mundo te margina si no tenés éxito, pero, ¿qué es el éxito? Para mí un tipo exitoso es alguien que pasea por la calle sonriendo con la familia. Prefiero mil veces eso a la plata o el aplauso. Algunas veces, me siento conforme con una canción que toco en mi casa y me gusta, más que si hago algo no tan bueno, pero que supera el millón de visitas. En los 80’ los Pimpinela llenaban el Madison Square Garden y mi viejo tocaba en jams. Compará sus discos, nada más.