La edición número 23 de Cosquín Rock tuvo por primera vez localidades agotadas y convocó a más de 200 mil personas en total. Si Santa María de Punilla se colmaba para esta fecha, este año superó todos los récords. La apuesta del festival contó con escenarios que crecieron en tamaño, iluminación, pantallas y pasarelas para que los artistas estén más cerca de su público. De la extensa grilla del festival, te contamos cuáles fueron los destacados del sábado.
El primer día fue una jornada calurosa, de lo que Usted Señalemelo puede dar cuenta, ya que les tocó el horario de la tarde con sol de frente en el Escenario de Montaña. Los mendocinos son grandes exponentes de la mixtura que podemos ver hoy en Cosquín: la fórmula de guitarra y batería del rock clásico, sumando una voz más indie y suave que toma su forma final con toques electrónicos. Esto los vuelve una de las grandes caras de la nueva generación y su vuelta llegó para deleitar a los asistentes. Por la noche en el mismo escenario, LP hizo su aparición bajo luces rojas, siendo una de las principales artistas internacionales con la que contó el evento. Con su particular voz aguda, que por momentos parecía una guitarra más, tomó la bandera argentina y deleitó a su público local.
Catupecu Machu trajo el pogo de nuevo al centro de la escena con clásicos como 'A Veces Vuelvo', dando un potente show con dos baterías tocadas en simultáneo. Contaron con Juan Ingaramo y Lucca Beguerie Petrich (Usted Señalemelo) como invitados para ocupar la doble bata y terminar entre la gente por orden del frontman Fer Ruíz Díaz. Los uruguayos de No Te Va Gustar volvieron al festival luego de varios años y le regalaron 22 temas al hilo a su enérgico público. Invitaron a Facundo Soto (Guasones) para hacer 'Tan Lejos' y culminaron su setlist con el infaltable 'No Era Cierto'.
Para cerrar la noche llegó Trueno, directo del barrio de La Boca, para firmar una de las presentaciones más esperadas. Se lo notó muy conectado con su público, al punto de terminar zambullido entre manos y celulares, para subir la temperatura de una noche que refrescó y nos despidió con gran descenso de térmica. Nada que un poco de música y la vista de las estrellas en las sierras no pueda arreglar.