SONIDO KONEX: QUE NO NOS DETENGA ESTE ARDOR

Acá adentro todo está bien

Fotos por Uriel Grillo / @grillo_foto 

Durante todo el día hizo muchísimo calor. A las 10, a las 11, a las 12. Las calles que rodean Ciudad Cultural Konex estaban vacías. Recién a las cinco de la tarde comenzaron a llegar las primeras personas al patio en el que se desarrollaría otra edición de Sonido Konex, el ciclo que reúne a tres bandas en un mismo venue. 

Los primeros en subirse al escenario fueron los MÁZE. A las 6:30 la temperatura había bajado bastante. “Se lo pedí a Dios yo, arreglamos un par de cuentas que teníamos pendientes”, afirmó entre risas Santiago Mazzeo, vocalista de la banda. Yo no los conocía, nunca los había escuchado. Un poco por confiar plenamente en la curaduría del Konex, otro poco porque conozco mucho a las otras dos bandas que tocaban, fui igual. A ciegas, para vivir la experiencia completa de sentir la música por primera vez. 

Como un nene chiquito, lo que escuché me conmovió muchísimo. Fue una mezcla de la sensibilidad que tenían al tocar con el hecho evidente de que la estaban pasando muy bien. Y eso genera un contacto directo, una sinergia absoluta con los que estábamos abajo. El setlist fue perfecto, especialmente la canción ‘La Distancia Es Fundamental’, que narra ese momento horrible y hermoso en el que sabes que no deberías hablar más con alguien que te hizo mal, pero lo haces igual. En un momento el tema parece que termina y, después de unos segundos de silencio, comienza a arrancar cambiando totalmente de vibra. Así se sintió el show de MÁZE: sorpresivo y sensible. 

De Mora y los Metegoles podría escribir un montón de páginas. Y, justamente por eso, estos párrafos cortos cuestan. Podría decir que su disco Mundo Moderno (2024) desborda fantasía, que su canción ‘Bigote’ fue una de mis más escuchadas durante dos años seguidos. Que verlos en vivo tantas veces es un lujo, y que me da un poco de bronca no haberlos conocido antes. Pero volvamos a ese día, al patio del Konex, y al atardecer que ya se empezaba a sentir. Arrancaron con ‘Peor’, un tema en el que repiten una y otra vez que siempre se puede estar peor. El día anterior había visto en otra fecha a Tigre Ulli, y me sorprendió que en muchas de sus canciones hablan sobre cómo las cosas salen mal, o podrían salir mal, o están saliendo mal en este momento. Quizás es la época profundamente pesimista en la que estamos viviendo, porque Mora habla de lo mismo en esa canción. Una advertencia constante: no relajemos, que todo puede empeorar. 

Y en ese estar peor las canciones funcionan como un respiro de aire fresco, un sacar la cabeza de abajo del agua, respirar y volver a entrar. Siguieron con ‘Bigote’ y las clásicas ‘Falkor’, ‘Adscriptos’ y una versión extendida de ‘Gran Remera’ que hacen siempre, y que siempre es una fiesta. 

Ya era de noche cuando arrancó Mi Amigo Invencible. El patio estaba lleno. Arrancaron con ‘La Danza de Los Principiantes’, tema que da nombre a su disco de 2015, el primero que los posicionó en la escena como una de las bandas más importantes del indie argentino. El setlist fue un picadito de todas sus etapas, desde los primeros discos hasta este año. Zoe Gotusso se sumó en ‘Rayo de Sol’, tema que comparten. 

La noche terminó bien arriba, con ese gustito dulce que tienen las tardes de verano a birra y transpiración. “Gracias MÁZE y Mora por la música que hacen, los amo y los necesitamos mucho”, afirmó Mariano Di Cesare, vocalista de MAI. No podríamos estar más de acuerdo. 

SEGUINOS

TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE