MUSIC WINS FESTIVAL 2025: GANA, GUSTA Y GOLEA

El único festival masivo que no parece estar curado por un algoritmo

Fotos por @mecp.h

El domingo 2 de octubre volvió el Music Wins Festival, un festival que se celebra esporádicamente y que reúne a figuras emergentes y consolidadas del indie nacional e internacional. Como en aquella primera edición de 2014, el festival volvió al Mandarine Park y nos regaló una tarde intensa, con artistas internacionales de primer nivel que no dieron respiro a las piernas de los miles de fanáticos que llenaron el predio.

Antes de contarles sobre las presentaciones que tuve la chance de disfrutar en esta edición, quiero detenerme en un par de aspectos de este universo recitalero llamado Music Wins que me parece importante destacar. Primero está la curaduría, que a través de las ediciones de este festival siempre muestra un buen criterio en cuanto a la calidad y jerarquía de las bandas, su maridaje entre sí y entre los géneros musicales que representan. Desde el inicio del festival, uno siempre tiene cosas interesantes para ver y, aunque no conozca profundamente a todas las bandas, hay una coherencia general (que en estos tiempos suele ser evasiva) que garantiza que siempre vas a ver algo interesante.

La segunda es la organización de la grilla que, escalonando las presentaciones de las bandas internacionales de manera que no se superpongan, le permite al público disfrutar de todos esos shows. Nada de andar eligiendo si te perdés a tal o a cuál, o salir corriendo en la mitad de una presentación para llegar a ver el final del otra. Además, esos shows internacionales duran al menos una hora; por lo tanto, uno no solo no se pierde ninguna presentación importante, sino que además tiene tiempo para disfrutar de cada una.

Hechas estas observaciones, es hora de pasar a repasar los shows de los músicos que visitaron nuestro país en esta oportunidad:

Un viejo conocido nos visita

En su regreso a nuestro país y bien temprano por la tarde, The Whitest Boy Alive abrió el segmento internacional del festival y dio un show divertido y fresco, ideal para quienes nos refugiamos a la sombra del escenario Wins en la calurosa tarde primaveral.

El carismático Erlend Øye, un amplio conocedor de nuestras particularidades como público, se divirtió interactuando con el público, incitándonos a cantar más alto cada vez que coreábamos un arreglo de guitarra y marcando palmas cuando quería que lo siguiéramos.

Con temazos como ‘Golden Cage’, ‘Fireworks’ y ‘1517’, la banda nos hizo bailar y saltar, y también nos dibujó una sonrisa que nos duraría el resto de la tarde.

Subiendo la apuesta

Los de Hoboken, New Jersey habían sido de alguna forma los primeros visitantes en abrir el festival con su sideshow acústico el día anterior. A diferencia de ese show, el escenario Wins vio una versión mucho más ruidosa de los Yo La Tengo, con esos pasajes de noise que tan bien le sientan a la guitarra de Ira Kaplan.

La baterista Georgia Hubley y el bajista James McNew, también tomaron el mando de las melodías cantando algunos de sus clásicos como ‘Moby Octopad’ y ‘Stockholm Syndrome’ respectivamente.

Con casi cuarenta años de carrera como grupo, la banda demostró toda su solidez dando un show sin fisuras que sorprendió a la parte del público que no la conocía y se acercó a descubrirla de la mejor manera que se puede descubrir una banda: viéndola en vivo.

El único detalle a mencionar es que, dada la cercanía de los escenarios Music y Wins, los segmentos más calmos y delicados de su presentación se veían interrumpidos sonoramente por el show de Camionero de fondo, que sonaba bien fuerte y tapaba algunas de las sutilezas de YLT.

Empezó la fiesta

Con seis músicos en escena y un groove arrollador, los franceses de L’Impératrice trajeron la nueva ola de dance pop de sus tierras y dieron un show destacado por la claridad y la calidad de su sonido.

Resultó imposible no rendirse al poder del ritmo y bailar. Con la voz de Maud "Louve" Ferron al mando y el talento de grandes instrumentistas como Charles de Boisseguin y David Gaugué, con sus líneas de bajo demoledoras, la banda dio el primer show de la tarde que se volvió realmente masivo.

En su primera presentación en nuestro país, sonaron hits como ‘Danza Marilù’, ‘Agitations tropicales’ y ¡hasta un cover de ‘Aerodynamic’ de Daft Punk! Definitivamente fueron uno de los imperdibles de este festival.

Millonarios de solos

La australiana Tash Sultana visitó por segunda vez nuestro país. Presentándose con una banda que creó bases sólidas y contundentes, la artista se lució esbozando sus elaborados firuletes habituales en cuanto instrumento se le cruzó por adelante.

El show de Tash estuvo muy centrado en ella y su virtuosismo. Durante el mismo se turnó entre la guitarra, que siempre es su instrumento principal, el saxo, la trompeta, una flauta y una variedad de artilugios percusivos.

También hubo espacio para que nos regalara un rato de su “viejo show”, cuando su banda se retiró del escenario y ella, usando su loopera y un arsenal de pedales de efectos, creó bases sobre las que cantar, solear y desplegar todo su talento.

Clásicos para todos

Con un Bobby Gillespie encendido, vestidos pura elegancia y una full band con coristas incluidas, Primal Scream fue uno de los picos de euforia del festival. A una altura del festival en la que las energías de muchos empezaban a flaquear, la presentación de PS nos mantuvo bien arriba, agitando.

La gente bailó cada canción y coreó a la par cada uno de los hits de la banda como ‘Movin’ on Up’, ‘Country Girl’ y ‘Loaded’.

Como casi siempre que nos visita, la presentación de los escoceses tuvo lugar para que Bobby recordara a Diego Maradona y el gol de la mano de Dios, un hito que compartimos con el pueblo escocés que siempre tuvo una relación conflictiva con Inglaterra.

Cerrar en grande

Si uno hiciese un censo en la entrada del festival sobre qué banda venía a ver cada espectador, el resultado arrojaría un 90% a Massive Attack, acto de cierre del segmento internacional. 

Los dioses del trip hop dieron un show de primer nivel, con invitados de lujo, visuales imponentes y contenido político explosivo. La presentación de los ingleses atrajo a la inmensa mayoría del público del festival y contó con dos invitados de primer nivel: el legendario cantante de reggae Horace Andy y la talentosísima Elizabeth Fraser de los Cocteau Twins.

Con visuales traducidas al español, la banda ofreció un show cargado de contenido político que cuestionó el rol de las nuevas tecnologías en la sociedad y denunció con fuerza la ocupación de Gaza mostrando datos duros y enarbolando la bandera palestina.

‘Teardrop’, ‘Angel’ y ‘Unfinished Sympathy’ fueron algunos de los himnos que Massive Attack interpretó en su espectacular tercera presentación en nuestro país. Un show que, sin duda, será un hito en la cultura recitalera de esta década.

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