MUDHONEY: LA LLAMA DEL GRUNGE SIGUE ARDIENDO

Eternamente disconformes, pero siempre actuales

Meses atrás tuvimos el placer de conversar con Mark Arm. No todos saben quien es, incluso hay fans del grunge que no conocen a Mudhoney. De todos modos, él fue una pieza basal para la evolución de la escena alternativa de los Estados Unidos. Nirvana o Alice in Chains no habrían sido así de no tener como referente a estos pioneros. 37 años después de su legendario EP, Superfuzz Bigmuff (1988), nos demuestraron que los años no pasan igual para todos con una larga y salvaje noche en el Teatro Vorterix

Pasaban las horas pero la reverberación seguía en el aire y en nuestros oídos. Lejos de evidenciar que venían de 4 noches rockeando en Brasil, la banda tocó casi 30 canciones en un set explosivo y sin pausas. Recorriendo su amplia discografía, pero lejos de caer en la nostalgia. Su determinación fue tal que a pesar de breves sonrisas entre temas, no paraban para saludar o decir unas palabras, sino que rápidamente pasaban a otra potente canción. Tal y como amerita en un artista que cree en sus composiciones, se centraron en lo más reciente. Plastic Eternity (2023) fue central para el concierto, aunque de todos modos tanto la apertura como el cierre fueron de su lanzamiento más viejo: aquel EP que mencioné antes, lanzado en 1988. ‘If I Think’ e ‘In n Out of Grace’ fueron respectivamente la primera y última de una noche que en medio, pasó por 11 de sus 13 discos.

Ahora bien, si no conoces la banda y te preguntas de qué se trata. ¿Quiénes son los Mudhoney? Bueno, la historia del grunge se suele decir que comienza con Green River, una banda que contaba con dos miembros de este conjunto, acompañados por otros dos que más tarde fundaron Pearl Jam. Tras la separación, rápidamente Mudhoney grabó con Sub Pop Records y curiosamente fue el primer proyecto exitoso del sello. Esto no solo posicionó a la discográfica, sino que los inspiró a invertir más en la escena musical de Seattle. Tal y como dijo Arm en la entrevista, es una ciudad que sería el equivalente Argentino a la Patagonia. Es una ciudad grande pero que no era el foco de la cultura rock ni mucho menos, y sus músicos que habían triunfado lo hicieron lejos de su hogar (por ejemplo, Jimi Hendrix). Poco después del Superfuzz Bigmuff, Sub Pop lanzó el debut de Nirvana, Bleach (1989), y el resto es historia.

A pesar de que la imágen de Mudhoney suele relacionarse con sus pedaleras y las dos guitarras distorsionadas, cosas que no faltaron, hubo un momento de quiebre dentro de su presentación en el Teatro Vorterix. La primera mitad bordeaba lo reiterativo de a momentos, y parecía caer en una misma energía constante. De todos modos, cuando Mark Arm se descolgó la guitarra y se puso como frontman, todo cambió. El público perdió la poca modestia que le quedaba y el salvajismo empezó a fluir por el aire. La noche se tornó hipnótica y la banda no redujo nada de potencia. ‘Next Time’ y ‘One Bad Actor’ generaron gritos furiosos de gente que lo vivió al máximo, y el mismo vocalista se sacó de tal manera que a sus 63 años se puso a mover el culo durante un solo excitante. Imposible entender a la escena alternativa de los ‘90 sin pasar por Mudhoney.

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