Pocas veces ví algo como Caribou. ¿Es una banda? ¿Es un artista de música electrónica? El proyecto de Dan Snaith pasó por el Lollapalooza Argentina 2025 con un show tan intenso como atrapante.
A Snaith lo caracterizan una versatilidad camaleónica y una mente llena de ideas complementarias. Además de compositor es multiinstrumentista, productor, DJ y hasta tiene un doctorado en Matemáticas otorgado por el Imperial College de Londres. Sus múltiples aristas artísticas lo han llevado por distintos caminos que recorre en simultáneo. Caribou es uno de ellos, en el cual explora su vínculo con la electrónica con sensible profundidad.
En una nueva visita a la Argentina, Snaith desplegó toda su obra sobre el Alternative Stage en la tercera y última jornada del Lollapalooza 2025. Si bien es un proyecto que desarrolla en solitario, para las presentaciones en vivo Caribou se presenta como un cuarteto, aunque siempre con Snaith a la cabeza.
El set abrió con ‘Odessa’ y le siguieron ‘Come Find Me’ y ‘Sun’. Desde el inicio pudo apreciarse la particular puesta en escena, con los músicos reunidos sobre una tarima en un círculo íntimo pudiendo verse las caras y comunicarse con la mirada. Aunque parecían no necesitabar ninguna indicación. Sonaron tan ajustados que quienes escuchaban su set desde otros escenarios habrán pensado que era una pista, pero a los pies del escenario podía sentirse la energía que sólo el vivo tiene proviniendo de estos cuatro músicos.
‘Never Come Back’ y ‘Dear Life’ terminaron de convertir el campo del Hipódromo de San Isidro en la pista de una disco vibrante y con la mejor energía. Las visuales, sencillas pero efectivas, así como un dinámico juego de luces, reforzaron la propuesta.
Luego, el polifuncional Snaith demostró su destreza durante un extenso solo a dos baterías compartido con Brad Weber. Caribou cuenta con apenas cuatro integrantes para el vivo pero cada uno de ellos sabe tocar casi una docena de instrumentos, lo que les permite construir distintos climas y momentos, como durante ‘Broke My Heart’ y ‘Honey’.
Si bien la improvisación juega una parte esencial en la dinámica del show, el guión propuesto desde el setlist es esencial para que el viaje resulte en un paseo completo. Un recorrido que empezó a cerrarse con ‘Got To Change’ pero que mantuvo al público en un trance hipnótico hasta el final de ‘Can’t Do Without You’, la canción con la que los músicos se despidieron.
La de Caribou es, sin duda, una propuesta arriesgada para los formatos que suelen encontrarse en la escena actual. Pero en ese riesgo radica su éxito. Hacen algo distinto y lo hacen bien. Pero sobre todo, consiguen sumergir al público en una experiencia sensorial única que rara vez se encuentra en este tipo de eventos.