Lollapalooza Argentina convocó a una infinidad de artistas, convocando a miles de personas por jornada. Con diez años del festival en el país, el Hipódromo de San Isidro fue testigo de momentos históricos para la escena local e internacional.
Los pasados 21, 22 y 23 de marzo, se llevó a cabo la décima edición de Lollapalooza, el festival internacional que siempre causa furor. Este año el lineup contó con headliners de la nueva escena como Olivia Rodrigo, Shawn Mendes, CA7RIEL & Paco Amoroso, Tan Bionica, Wos, Nathy Peluso, entre otros; sin descuidar a la vieja también con Justin Timberlake, Alanis Morissette y Tool ofreciendo presentaciones memorables y cargadas de nostalgia. También sirvió como plataforma para traer por primera vez a artistas internacionales a nuestro país, generando el primer vínculo en su vínculo con el público argentino. Entre ellos puede contarse a Benson Boone, Teddy Swims, Tate McRae e Inhaler.
Además, el festival siempre se encargó de ocuparse de brindar experiencias a su público, convirtiéndole en mucho más que un festival de música. Una de las nuevas experiencias que sumó este año fue El Túnel: un espacio dedicado 100% para los amantes del techno y la música electrónica. Ubicado en una zona menor concurrida del predio, se mantuvo como uno de los secretos mejor guardados del fin de semana.
Otra de las experiencias que siempre ofrece el festival es el Kidzpalooza, un espacio donde los mas chicos pueden divertirse. Además hubo un Espíritu Verde –que contaba con dinámicas sustentables– y las activaciones de los sponsors. Cada una de estas ofrecía diferentes momentos, como por ejemplo un pelotero, stands de belleza o hasta un samba. A su vez, son cada vez mas las propuestas gastronómicas que incluye el festival, que van desde café de especialidad hasta postres.
Una de las grandes novedades de Lollapalooza 2025 fue el espectáculo de drones que todos los días a las 22:00 se convirtió en uno de los momentos más aclamados tanto de los asistentes y como de las personas a las afueras del predio. Con una coordinación sorprendente, 1010 drones se alzaban en el aire para hacer figuras relacionadas a la identidad del festival, moviéndoseen diferentes direcciones para generar unas visuales sorprendentes.
Todos los días se vivieron con una gran intensidad desafiando las lluvias que azotaron tanto el sábado como el domingo. El público siempre genera un aura festiva y una energía arrolladora desde el momento que se abren las puertas. Con una década de historia en el país, el festival sigue evolucionando y demostrando que la música en vivo es una experiencia insustituible. ¿Qué sorpresas traerá la próxima edición?