“Síganme, tengo una mala idea”, ordena Dillom en el comienzo de “Rojo Profundo”, su nueva canción. Lo que sigue es una inmersión frenética en la noche: un viaje de cuerpos desnudos, cemento y euforia, entre riffs de guitarra rabiosos y baterías aplanadoras. El artista argentino vuelve con una obra directa y corrosiva, un llamado al caos y la liberación antes de su show en Vélez, el próximo 21 de diciembre.
El título cita al clásico film italiano de terror de Dario Argento, pero acá el rojo no es solo sangre: es furia, deseo, ultraviolencia, híperconsumismo y adrenalina pura. En tres minutos, Dillom condensa un manifiesto de hedonismo y descontrol, una especie de rito urbano que conecta el salvajismo del punk con la urgencia del presente. “Rojo Profundo” es el pasillo pegajoso y con olor a pucho que lleva al próximo proyecto del artista.
“Es una oda a la juventud, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Es sobre salir a la calle, alejarse de las pantallas, no tenerle miedo a la vida, a pasarla mal, pasarla bien, vivir sin filtro”. - Dillom
El videoclip, dirigido por Andrés Capasso, lleva la historia a otro plano: Dillom le canta con megáfono en mano a un grupo de adictos recuperados ordenándolos a entregarse al descontrol, mientras las imágenes se intercalan con escenas de fiesta, tatuajes y tragos. El lanzamiento incluyó además una acción especial junto a Bohemian Groove: cinco Top Fans de Spotify de distintas ciudades —Bariloche, Oberá, Mar del Plata, Resistencia y Villa María— recibieron cámaras digitales para registrar sus propias noches, generando una
versión única para la plataforma.
“Rojo Profundo” marca el cierre de un ciclo y abre otro. Una mala idea convertida en la más intensa de sus canciones.
