24 Hour Party People (2002) es una película que toma como punto de partida las hazañas de Tony Wilson, dueño de Factory Records y el club nocturno The Haçienda, ambos míticos emblemas de la escena independiente en Inglaterra. Sin embargo, él mismo aclara: “Soy un personaje secundario en mi propia película. Esto se trata de la música y la gente que la creó: Ian Curtis, Shaun Ryder y Martin Hannett”.
El film dirigido por Michael Winterbottom abarca un período desde mediados de los ‘70 hasta principios de los ‘90, en el cual Wilson, interpretado por Steve Coogan, establece su compañía discográfica en Manchester y ficha a las bandas del momento: Joy Division, A Certain Ratio, The Durutti Column y Happy Mondays. Durante estos años, la ciudad floreció musicalmente; en palabras de Tony, “Mad-chester fue como el Renacimiento”.
“FACTORY RECORDS MANTUVO HASTA EL FINAL SU POSTURA FIRME: TOTAL CONTROL DE LOS ARTISTAS SOBRE SU MÚSICA”
“Quizás no les guste, pero a sus hijos sí”, escuchamos en Volver Al Futuro (1985), una frase que refleja lo que sucedía con el material de Factory Records: algunos conjuntos no tuvieron un éxito instantáneo. Los socios, molestos por la poca concurrencia a las conciertos, recibían como respuesta de Tony que “12 personas hubo en La Última Cena y 42 en el primer show de los Sex Pistols en Manchester, y ambos fueron hechos históricos”.
A medida que la película avanza, vemos de qué manera se empieza a llenar The Haçienda (spoiler: drogas), la metamorfosis de Joy Division a New Order y cómo el sello mantuvo firme su postura hasta el final: total control de los artistas sobre su música. Este último punto le jugó varias malas pasadas, provocando enfrentamientos con personalidades como Curtis, el problemático Ryder y el irritable productor Hannett, llevado a la ficción por Andy Serkis.
“24 HOUR PARTY PEOPLE REVELA EL ESQUELETO DEL MOVIMIENTO QUE HOY SE CONOCE COMO MADCHESTER”
Este relato de Winterbottom cuenta con cameos de Howard Devoto, Paul Ryder, Rowetta, Vini Reilly y Kenny Baker, entre otros. Además de los artistas ya mencionados, la banda sonora está integrada por canciones de Buzzcocks, The Clash, Iggy Pop, Moby, Simply Red, The Jam y muchas más figuras icónicas de la época.
Si bien se mezclan hechos históricos con «leyendas» (reconocidas como tales en la cinta), el largometraje logra ser un retrato de la escena musical inglesa más allá de lo que la mayoría conoce (The Smiths, Oasis y The Stone Roses) y revela el esqueleto del movimiento que hoy se conoce como Madchester. Todo esto, junto a la narración de Coogan rompiendo constantemente la cuarta pared, le valió a este material la nominación a la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2002.
Tony Wilson falleció de cáncer de riñón en 2007, pero su legado e influencia siguen vivos hasta la fecha en 24 Hour Party People. Adelantado a su tiempo, puso en primer lugar la música antes que su bolsillo y le brindó a los jóvenes de su época noches para el recuerdo. Pero ellos no fueron los únicos beneficiados, por supuesto. Gracias a la visión de Factory Records, los hijos de esos adolescentes ingleses y de todo el mundo disfrutan de un estilo que, sin lugar a dudas, dejó su marca en la historia de la música.