La música vive en un constante estado de evolución. Desde los artistas más aclamados hasta los que se esconden en el under, todos están en un estado constante de cambio. Algunos caen mejor que otros, pero es notable cómo el pop alternativo con sensibilidad indie ha encontrado una forma tan fascinante en la escena argentina. The Roxy Live fue el punto de encuentro para Mora y los Metegoles de La Plata y Sunlid del norte de la provincia de Buenos Aires. Una reunión por la que valió la pena salir en la lluvia.
Sunlid encarna la fusión de una sensibilidad shoegaze pasada a un cuerpo indie pop. Tienen ataques ruidosos, pero prevalece un encantador abordaje melódico. Las guitarras de Lucía Taubas y Lorenzo Dartigue se chocan en una perfecta sintonía, donde los pequeños detalles vibran en los huecos entre notas. Estribillos atípicos pero emocionales y un repertorio que el público cada vez corea más. El tiempo va dejando en claro lo brillante que ha sido su debut, no mires atrás (2024), pero apropiadamente, la banda se va desprendiendo de aquello y apuntando a lo nuevo. Desde hace meses sus presentaciones incluyen cada vez más canciones nuevas y llegaron a coquetear con que incluso hay más. El nuevo LP está en el horizonte y uno ansía ser testigo de los pasos de uno de los más fascinantes proyectos de la música contemporánea argentina. Como un resumen de lo nuevo: mantiene la esencia, pero no intentan replicar; siguen creciendo.
Por su parte, Mora y los Metegoles parecería ya haber atravesado un periodo de transición considerable. Fui parte de varios shows en el periodo posterior a Suerte (2022), donde la banda fue multiplicando su público por fuera de la ciudad de las diagonales. Ya en ese entonces la distancia con sus raíces en el indie platense se iba mostrando, pero en su reciente Mundo Moderno (2024) esto se ha hecho mucho más notorio. Tras más de un año sin ver a la banda, fue una sorpresa muy positiva encontrar una sensación completamente diferente. De a momentos surgían secciones más oscuras y potentes, las cuales contrastan fuerte con la dulzura de canciones como ‘Falkor’. La banda respeta sus hits, pero se enfoca en lo más reciente y lo interpreta con aun más actitud que en el estudio de grabación.
El tiempo constantemente pasa y es conmovedor ver cuando las bandas crecen con eso. No se estancan en lo que a sus fanáticos les gusta, los desafían y crecen disco a disco. Sunlid tiene muchos capitulos más para contar, y se ansía ese nuevo LP que esperemos que salga en el 2026. Por su parte, el proyecto de Mora cada vez muestra mayor madurez. No dejen de mutar.