MASTERS OF ROCK: SIN SCORPIONS PERO CON FERVOR

Judas Priest se encargó de evitar que la noche termine en un desastre

Fotos por Emi Castro / @mecp.h

Los festivales de metal han dejado una huella inmensa en Argentina, donde hemos visto a gigantes como Megadeth, Motörhead, Black Sabbath, Kiss y Slayer. Estas congregaciones han históricamente unido generaciones, con un público que constantemente se renueva, y eso quedó en claro en la celebración por los 30 años del Masters of Rock. Tecnópolis vibró con algunos de los grupos más importantes del metal en una jornada para la historia, pero también con la sorpresa que el headliner canceló a último minuto. Debido a una laringitis que contrajo Klaus Meine, Scorpions no pudo presentarse; y mientras gran parte de la audiencia insultaba a la organización, otro enorme porcentaje lo festejó como un gol. ¿Por qué? Bueno, en su lugar, Judas Priest extendería su set. 

De base, la organización del festival fue un tanto extraña. Abriendo las puertas desde el mediodía y con sets de 20 minutos para seis bandas nacionales, en dos escenarios adyacentes. Fue alrededor de las tres y media de la tarde que cambiaron el formato con la llegada de la primera banda internacional. Opeth comenzó la parte más ‘formal’ con sets de una hora, que igual resultaron insuficientes al tratarse de una de las bandas más importantes del siglo XXI. Fue bastante decepcionante la confección de los horarios, con ellos abriendo cuando tanto Queensrÿche como Savatage podrían haber ocupado ese lugar. Mismo tocar después de Europe, pero esa es una discusión que vamos a tener más adelante en la nota.

La curaduría del festival tuvo dos enfoques: metal progresivo y baladas. Queensrÿche y Savatage son bandas que han desarrollado obras conceptuales con ambos estilos muy presentes. Opeth es una banda que se tornó cada vez más progresiva en su música, especialmente en los últimos LPs, mientras que Scorpions son gigantes del hard rock que se hicieron globales por sus baladas. Los que quedaban por fuera de todo eran Judas Priest, padres del género y que se mantienen cada vez más potentes (como lo demostraron en su más reciente lanzamiento). Ahora bien, la inclusión de Europe es un tanto desconcertante para muchos de los integrantes de la audiencia, y deja en claro que podemos tipificar en tres grandes subgrupos a los presentes el 26 de abril. Los fanáticos de las power ballads —que vinieron para cantar ‘Wind of Change’ y que deseaban ver a Europe con su hard rock blandito—, quienes querían un metal más progresivo; y una tercera posición que eran los fans de Judas Priest. Esta grieta metalera se notó mucho en el anuncio de que Scorpions no iba a presentarse, donde gritos de alegría se superpusieron a numerosos insultos, un momento tenso que no escaló a mayores.

14 años atrás, el 18 de septiembre de 2011, Judas Priest tocaba en el Estadio de Racing junto a Whitesnake en el marco del Epitaph Tour. Todo indicaba que era precisamente el epitafio de una banda esencial para la historia del metal, los mismos integrantes planteaban que sería su retiro de las giras mundiales… afortunadamente estaban equivocados. Casi una década y media más tarde, tras tocar en Buenos Aires durante 2015, 2018 y 2022, volvieron a rockear en el Masters of Rock. Con su argentinidad al palo, agradecieron el apoyo que recibieron a lo largo de su medio siglo rockeando, y de manera muy natural, al terminar una canción, pusieron una foto del Papa Francisco junto a Lionel Messi. Si está fue la última noche de Judas Priest en Argentina, fue un último regalo de Francisco que se extendiera el set de una de las bandas más importantes del metal.

Foto cortesía de @almost_african_skin
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