EL KUELGUE: ADULTOS RESPONSABLES

En el festival más rockero también se puede hacer fiesta sin descontrolar

Fotos por @acorazonada

No siempre es necesario que haya bardo para que haya fiesta. Un festival del buen gusto se desarrolló en la noche del sábado durante la tercera jornada del Quilmes Rock 2025 con la presentación de El Kuelgue, entre tantos otros artistas de primer nivel. Con una propuesta sencilla pero perfectamente ejecutada, la banda dio un show sólido sin tener que recurrir a clichés o recursos triviales.

Los miembros de El Kuelgue tienen una madurez musical que demuestran en cada presentación y que los avala para jugar a la altura de los más experimentados de la escena. Su ubicación en la grilla lo confirma. El set de los muchachos de Villa Crespo comenzó centrando su atención en su último material de estudio, Hola, Precioso (2023) con canciones como ‘Peluquita’, ‘Sinoca’ y la que da nombre al álbum, siempre en la inconfundible voz del multifacético Julián Kartún. También hubo lugar para traer al presente canciones de su primer disco, Beatríz (2010) así como su reciente colaboración con la encantadora Zoe Gotusso, quien se hizo presente para entonar ‘Carta para no llorar’.

Y no fue ella la única invitada a participar del show de El Kuelgue. Para ‘Díganselo’, otra de las canciones de Hola, Precioso, se les sumó el coro FRISSON en una de las acciones más osadas del fin de semana, teniendo en cuenta que en eventos como este suele apelarse a una menor cantidad de despliegue técnico. Las nueve voces del ensamble entonaron una breve versión de ‘Man in the mirror’, de Michael Jackson, capaz de erizar la piel de cualquiera. Acto seguido, Kartún y el guitarrista Benja Lopez Barrios regresaron solos al escenario para interpretar ‘Parque Acuático’, éxito que la gente entonó en total complicidad.

“Gracias a los Abuelos de la Nada por la canción que vamos a tocar ahora. Se la pedimos prestada por un ratito”, anticipó el cantante mientras el resto de la banda retomaba sus puestos para una fiel versión de ‘Mil Horas’. Un justo reconocimiento a una de las bandas clave de nuestra música en el festival que mejor celebra al rock nacional.

En el tramo final del set Kuelgue hubo tiempo para revisitar canciones de su disco Ruli (2013) con toda la fuerza de una sección de vientos reconvertida luego en crew de baile gracias a sus entretenidas coreografías. Un fragmento digno de una rave satánica con su justa cuota perturbadora sumió a todo el campo en un trance endemoniado antes de que la banda dijera adiós con ‘La Curva’ y los agradecimientos a todo el equipo que integra la “familia Kuelgue”. Esa familia también incluye a los miles de fans que bailaron y ayudaron a convirtir el show en una fiesta del buen gusto.

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