Es imposible abarcar todo lo que sucede en un año, menos aún si se trata del prolífico 1971. En la última edición de Medio Siglo Atrás, edición 2021, queremos hacer un recorrido de algunos de los discos más aclamados que quedaron pendientes.
Sin más preámbulos y sin una temática muy marcada, nos vamos a meter de lleno en tres trabajos que marcaron una influencia gigante que sigue presente hoy en día.
Paul McCartney - Ram
Tras la separación de The Beatles, sus miembros atravesaron una transición muy particular a ser solistas. En sus primeros lanzamientos volcaron las varias canciones que habían quedado pendientes en los últimos años de la banda, pero una vez que aquella tensión se había descargado, quedaba la difícil tarea de cómo continuar. Directa e indirectamente se ayudaban y motivaban a ser mejores, en conjunto aquella brújula musical tenía una dirección marcada, pero el libre albedrío comenzaba a generar tensiones.
Por su parte, Paul McCartney había comenzado con McCartney (1970) donde tocó todos los instrumentos. Allí hay momentos brillantes como ‘Junk’ y ‘Maybe I’m Amazed’, pero también algo de irregularidad. De todos modos, al trabajo siguiente incorpora numerosos sesionistas e incluso a la Filarmónica de Nueva York. Curiosamente es un LP super producido y ambicioso, pero a su vez puro y con vibras distendidas. De no reconocer la voz de Paul, tranquilamente podrías creer que muchas de estas canciones son de una banda indie de los años ‘90 o ‘00.
Hay reminiscencias a los arreglos más raros de Revolver (1966) y Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (1967), hasta momentos con influencias country blues que recuerdan a New Morning (1970) de Bob Dylan, principalmente en ‘Heart of the Country’ y ‘Smile Away’. También vale destacar que se atrevió a algunos «diss tracks», es decir, canciones donde verbalmente atacan a alguna persona en particular. En el caso de ‘Too Many People’, estaba dirigida hacia John Lennon, algo a lo que su ex-compañero respondería en ‘How Do you Sleep’.
Led Zeppelin - IV
Siguiendo la idea de buscar tu sonido, Led Zeppelin había explotado en la escena londinense como una fascinante banda de blues rock con psicodelia, la cual tuvo éxito inmediato. Pero a pesar de eso, en III (1970) se encontraban buscando nuevos horizontes, llegando a jugar con el folclore británico y tomando al blues como influencia, pero no como estilo predilecto. A pesar de su gran calidad, aquel álbum es una transición hacia un nuevo mundo, al cual encontraron en IV (1971).
Este cuarto LP de «Led Zep» trae clásicos como ‘Black Dog’ y la canción prohibida en cada tienda de guitarras, ‘Stairway to Heaven’. En esas canciones son Jimmy Page y Robert Plant quienes suelen llevarse nuestra atención, pero John Bonham es la estrella cuando llegan ‘Misty Mountain Hop’ y ‘When the Levee Breaks’. Quiero remarcar que el cuarto de los fantásticos, John Paul Jones, es quien da equilibrio entre tanto ruido, no solo brillando en el bajo, sino que también el piano eléctrico, un mellotron, la mandolina y más.
Curiosamente, optaron por incluir invitados con un rol muy importante, como por ejemplo al tecladista de los Rolling Stones, Ian Stewart en ‘Rock and Roll’, y a la vocalista de Fairport Convention, Sandy Denny, para el clásico del folk progresivo, ‘The Battle of Evermore’. Ella es la única voz femenina que se escuchó en la discografía de estos gigantes del rock.
Yes - Fragile
Y cerramos con Yes, la banda que terminó de complejizar al rock progresivo. A diferencia de los artistas anteriores, sus comienzos no fueron tan brillantes, ya que entre la psicodelia y el «proto prog», no terminaban de encontrar el camino hacia el éxito. Afortunadamente, en 1971 lanzaron dos obras que demostraron su gran potencial: en primer lugar The Yes Album, que merece una mención especial, y luego Fragile.
Este último tiene una de las introducciones más memorables, con aquellas cálidas líneas de guitarra, seguidas por el furioso bajo de Chris Squire al que Rick Wakeman contrasta con su delicado piano. ‘Roundabout’ está definitivamente entre las mejores canciones del conjunto, como también ‘South Side of the Sky’. Curiosamente, ya se sienten algunos de los detalles más orientados al pop que caracterizaron su etapa posterior, principalmente en ‘Long Distance Runaround’ (que fue parte del único single junto a ‘Roundabout’). También convive el lado más sinfónico con ‘Cans and Brahms’, donde trabajan sobre la música del compositor Johannes Brahms.
Una pieza excelente para escuchar de comienzo a fin, donde recomendamos que se sitúen en la época, que vean como elementos de rock y clásico se encontraron para un nuevo estilo musical. Aunque no te convenzan estas palabras, al escuchar la épica ‘Heart of the Sunrise’ vas a sentir algo diferente.