El periodista Nicolás Igarzábal, luego del éxito de Cemento, semillero del rock (2015); nos trae un libro en el que relata los orígenes de la escena independiente que emergió tras la tragedia de Cromañón. Más o menos bien (2018) invita al lector a conocer cómo las bandas under se abrieron paso en la música, a pesar de la adversidad.
El punto de partida se sitúa en la noche del 30 de diciembre de 2004, con la muerte de 194 personas en el incendio de República Cromañón, durante un recital de Callejeros. Esto forzó el nacimiento de un nuevo paradigma social que le dio de lleno a una generación de adolescentes y jóvenes, quienes tuvieron que acomodarse a las nuevas (y necesarias) restricciones en la escena local.
Con las medidas que siguieron al siniestro comenzaron a desaparecer lugares emblemáticos como Cemento, que congregaban a cientos de jóvenes cada noche. Sin embargo, la música siempre logra abrirse paso y encontrar su camino: con el avance de internet, los blogs y las redes sociales, gran parte de los artistas independientes que hoy conocemos dieron sus primeros pasos.
Igarzábal reúne 239 páginas repletas de información: nacimiento de los grupos, procesos de composición, grabación, publicidad, presentaciones en vivo (todo, claro, de manera autogestiva). Hace un repaso por los momentos clave y más emblemáticos de muchas de las bandas que hoy consumimos. Por nombrar algunas: Él Mató a un Policía Motorizado, Los Espíritus, Bestia Bebé, Las Ligas Menores, Los Rusos Hijos de Puta, Sr. Tomate, Valentín y los Volcanes, Riel, entre otras.
“LO INTERESANTE DEL LIBRO ES QUE LOGRA REUNIR DATOS DUROS PARA UN ANÁLISIS MÁS MINUCIOSO DE LA EVOLUCIÓN DEL GÉNERO”
Es importante aclarar que el autor aborda todos los aspectos que giran en torno a este tema, incluyendo el de los abusos denunciados en el indie. Este tópico controversial no sólo tiene su propio capítulo, sino que también se menciona en reiteradas oportunidades a través de sus páginas. Lo interesante de Más o menos bien es que el periodista logra reunir, además de testimonios y anécdotas (tanto de músicos como de productores), datos duros que responden a un análisis más minucioso sobre la evolución de la escena. Este recuento histórico nos permite entender que el indie tiene hoy una identidad sonora y visual, distintiva ante los demás géneros; precisamente por darle voz a una generación que, durante un tiempo, se encontró silenciada y atemorizada a causa de una tragedia. A pesar de ello, aprendió de los fatales errores de sus antecesores y supo abrirse paso entre los grandes sellos discográficos, para lograr posicionarse como uno de los estilos más versátiles, juveniles y actuales.